12 de septiembre de 2007

LOS SUEÑOS SIGUEN INTACTOS

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Suena la cumbia en el vestuario de Los Pumas. Retumba Dulce niña, de Chili, uno de los temas preferidos del plantel. Baten palmas, bailan, gitan "Vaaamooosss..." Hace unos minutos terminó el partido con Georgia, aquí en el Stade Gerald de Lyon. Misión cumplida, otra vez. Triunfo y punto bonus. Primera mitad de la primera rueda, aprobada. Pero, lo más importante, es que los objetivos están intactos. Porque Los Pumas tienen caliente el corazón y fría la cabeza.
No fue sencilla, como se preveía, la victoria de hoy frente al rústico y duro Georgia. Pero no sólo por el rival. Los Pumas debieron afrontar otro test a sólo 92 horas del debut, algo inconcebible en un rugby actual de altísimo contacto físico. También lucharon con un árbitro, el galés Nigel Owens, que fue extremadamente riguroso con los argentinos y todo lo contario con los georgianos, que tacklearon arriba, lanzaron la pelota torcida en el line, derrumbaron los mauls y jugaron siempre en offside. Y algo más: fueron absolutamente visitantes ante un público francés que, claramente, todavía no digiere la derrota del viernes. Tronaba por momentos el "Allez les rouges" (Vamos los rojos, por el color de la camiseta de Georgia)
Fue complicado, se insiste. De salida nomás, Felipe Contepomi perdió una pelota arriba y los forwards de Georgia presionaron hasta gestar un penal y ponerse arriba en el marcador. Pronto, el mellizo hoy capitán empató con otro penal. Pero Los Pumas, que tenían pensado ganar el partido por el lado de la batalla en el pack, se encontraron con errores propios y tremenda resistencia en el rival.
La clave parecía estar por afuera, pero Los Pumas insistían por adentro. Felipe anotó otro penal a 5 minutos del final y la chapa quedaba con un exiguo 6-3, pese a tener el 75 por ciento del control territorial.
"Nos dimos cuenta que de guapos no lo íbamos a ganar", dijo Mario Ledesma, graficando perfectamente lo que ocurrió en el segundo tiempo. Los Pumas empezaron a buscar mucho más por afuera y, enseguida, se notó que ahí estaba el punto débil de los europeos.
El primer try llegó a los 7 minutos, cuando Juan Fernández Lobbe ?junto a Patricio Albacete las grandes figuras de la cancha- cortó la línea de ventaja y le cedió la pelota a Lucas Borges, quien ingresó por el sector derecho. La conquista empezó a abrir el partido, y Los Pumas se lanzaron con decisión a la búsqueda del punto bonus. Había tiempo.
A los 15, otra vez Borges vulneró el ingoal, esta vez después de una pelota recuperada y manejada por Juan Martín Hernández.
Pero quizá producto de la ansiedad, y también del cansancio, Los Pumas empezaron a cometer errores en el manejo de la pelota y en la toma de decisiones. Estaban a punto de vulnerar el ingoal y fallaban en el último intento.
Albacete, enorme como ante Francia, apoyó luego de que Hernández jugara un penal rápido. Faltaba uno solo, pero las imprecisiones continuaban. "Va a llegar en la última jugada", pronosticó alguien al lado. Y fue así nomás. Se consumían los 80 minutos cuando Federico Martín Aramburú ingresó de izquierda a derecha para cumplir con el segundo objetivo.
Otra vez el ingoal en cero. Otro triunfo. Otra actuación de un equipo que ratificó que tiene variantes. Ahora se viene un necesario y merecido descanso hasta el partido del 22 en Marsella, ante Namibia. Los Pumas recién abandonarán Lyon el 21. Será momento de recuperar a los averiados y de refrescar día a día, como se viene haciendo, cuáles son los objetivos. Así se llegó hasta acá. Así se puede llegar lejos. Los sueños siguen intactos.

Fuente: Lanacion.com