28 de agosto de 2009

25 de agosto de 2009

24 de agosto de 2009

REGATAS SALVO EL INVICTO

No la tuvo fácil ante el duro San Andrés, que lo puso en aprietos y lo sorprendió. Finalmente, fue empate en 23 entre un equipo de Bella Vista al que se le cortó una racha de cuatro triunfos al hilo y su rival, que por primera vez no perdió.
Lo importante fue conservar el invicto. Porque San Andrés puso en serios aprietos a un Regatas que llegaba con cuatro triunfos consecutivos. Sin embargo, le jugó de igual a igual y le arañó un empate al, quizás, equipo de mayor calidad de la categoría en cuanto a nombres. Tras un primer tiempo desfavorable (10-20), se despertó en el segundo y llegó a la igualdad.
De esta manera, el team de Bella Vista se mantiene en los primeros puestos, aunque quedó en deuda ya que no pudo ante un equipo que arrastraba cuatro traspiés y es el menos efectivo de la Reubicación. En la próxima recibirá a un herido Olivos, en un duelo en el cual no podrá relajarse de querer mantenerse sin derrotas.
Se vieron las caras luego de cuatro años y el dueño de casa mostró más agresividad, no obstante no pudo ante el férreo pack regatero, con algunas modificaciones en su formación, pero siempre duro y batallador. En la próxima, el Colegio visitará al sólido líder Manuel Belgrano.

San Andrés (23): Agustín Rabinovich; Gustavo Haas, Juan Mc Mahon, Patricio Anderson (cap) y Diego Cerboni; Tomás Rabinovich y Martín Cox; Sebastián Javorsky, Nicolás Ayling e Ignacio Romanello; Pablo Fillipini y Nicolás Ekmekdjián; Lucas De María, Axel Dono Miniot y Maximiliano Pistoni.
Entrenadores: Gonzalo Beccar Varela y Mariano Piñeyro.

Regatas (23): Facundo Vega; Joaquín Fernández Gill, Mariano Lecot, Matías Fernández Gill y Francisco Merello; Tomás Chimondeguy y Lucas Loviscek; Rodrigo Duret, Lucas Casas y Nicolás Christie Newbery (cap); Enrique Vidal y Diego Villalba; Francisco Lecot, Agustín Duro y Gastón De Robertis.
Entrenadores: Eduardo Fernández Gill y Jaime Méndez


FUENTE: APLENORUGBY

UN EMPATE CON SABOR A VICTORIA


En Benavídez, se jugó un partidazo entre San Andrés y Regatas por la 5ª fecha de la Reubicación del Grupo I. El partido terminó empatado 23-23, dejando un sabor de victoria al local.

En una tarde muy linda para ver rugby, San Andrés (último en la tabla de posiciones) enfrentaba a Regatas de Bella Vista, que necesitaba ganar para pelear los primeros puestos de la Reubicación.
El partido comenzó muy parejo para ambos equipos. El primero en abrir la cuenta, a los 5 minutos, fue el conjunto local a través de su segunda línea, Ignacio Romanelli, poniendo las cosas 7-0 (conversión Patricio Anderson).



Regatas, sorprendido por el juego de San Andrés, trató de llegar al try con la potencia de sus gordos, pero estos fueron parados por una gran defensa del equipo azul. Con un penal de Anderson, San Andrés se puso 10-0 en tan sólo diez minutos de juego.
La respuesta visitante llegó a través de su número ocho, Rodrigo Duret, quien después de un buen empuje en el scrum apoyó la pelota para marcar el 7-10 parcial (Conversión de Facundo Vega).
El conjunto local siguió haciendo un buen rugby de manos de sus medios, y llegó al segundo try de la tarde gracias a su medio scrum, Martín Cox, que apoyó luego de una gran jugada, dejando las cosas 17-10 (conversión de Anderson). El primer tiempo termino con un penal convertido por Anderson dejando el resultado 20-10 y muchas dudas para el conjunto visitante.
El segundo tiempo tuvo un cambio de actitud significante del visitante, salió decidido a ganar el partido. A los 7 minutos Vega convirtió un penal dejando las cosas 20-13 para el local. Regatas buscó insistentemente con sus fowards llegar al try, pero hubo una solida defensa del equipo de Benavidez que intentó sellar el resultado. Gastón de Robertis (Regatas) sería amonestado a los 17 minutos por una incidencia en el juego. A los 20 minutos Anderson sumo 3 puntos más para dejar el resultado 23-10 para el local.
Regatas, que tenía un jugador menos, no se dio nunca por vencido. Iban 22 minutos de partido cuando Francisco Merello apoyó el segundo try de la tarde para el conjunto de Bella vista, el partido quedó 23-18 y nerviosismo para el local que sabía que un grande se le venía encima.
Después de varios intentos por parte de Regatas, llegó el tan esperado try. Una gran jugada sus fowards, después de un mall, le dio el empate tan esperado. El try fue apoyado por su pilar Francisco Lecot, que dejó el resultado final del partido. San Andrés tuvo un ataque final para ganarlo pero no pudo con la defensa visitante.
Sin dudas fue un partido muy parejo para ambos equipos, San Andrés tuvo los primeros 40 minutos para ganarlo, y Regatas tuvo los 40 finales. Por el lado de local, se festejó como si fuese un triunfo, pero por el otro lado, Regatas demostró porque hoy su equipo no se encuentra en el top 14.



Martín Cox (Medio Scrum de San Andrés): “Fue un partido muy duro, jugar contra Regatas lo hace más duro todavía. Por suerte jugamos un muy buen primer tiempo, hace un par de fechas que no se nos viene dando, una lástima terminar empatando, pero fue merecido. El equipo está para subir al grupo I pero hay que ir paso a paso.”

Diego Villalba (Segunda Línea de Regatas): “No arrancamos bien, no nos encontramos. Entramos a esperar, ellos tuvieron buena marca y nos metimos en su juego. El segundo tiempo jugamos mejor, pero nos costo, hicimos muchas infracciones. Este año no estamos en el top 14 porque al grupo le falto humildad, pensamos que estábamos para jugar semifinales y hoy demostramos que no era así. Ahora hay que jugar esto seriamente y ganar el grupo”.


FUENTE: rugbytime

21 de agosto de 2009

19 de agosto de 2009

17 de agosto de 2009

ANILLOS

El rugby dio hoy un paso trascendental e histórico en la búsqueda de nuevos horizontes competitivos, comerciales y de integración. La recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI) para que este deporte sea aceptado a partir de los Juegos del 2016 es un espaldarazo internacional que el IRB venía buscando con obsesión en los últimos años.
Si bien la decisión final estará en manos de la votación que realizarán los miembros del Comité Ejecutivo del COI el 9 de octubre en la ciudad danesa de Copenhague, podría decirse que el rugby, en su modalidad de Seven, tiene más de un pie adentro del movimiento olímpico, al que abandonó en 1924.
Lo que hizo el COI este mediodía en Berlín -allí está reunido por la celebración del Mundial de atletismo- fue recomendar a dos de los siete deportes que se postulaban para los Juegos del 2016, cuya sede también será definida en la reunión de octubre en Copenhague.
El rugby ganó la primera gran puja junto al golf, que en los últimos meses incrementó su artillería, sacando a la cancha incluso a Tiger Woods, quien a fin de año puede llegar a convertirse en el primer deportista en la historia en alcanzar los mil millones de dólares en ganancias.
La unión COI-IRB era predecible. El olimpismo observó el éxito que significó desde lo deportivo y -esencialmente- desde lo comercial, el último Mundial realizado en Francia y al cual el presidente de esa entidad, el belga Jacques Rogge (un ex rugbier con siete caps para su país), fue invitado VIP.
En tanto, desde el IRB, la necesidad de buscar nuevos horizontes deportivos y -esencialmente- comerciales hizo imperioso el regreso a los Juegos Olímpicos, que el rugby obvió durante tantos años por considerar que no se debía mezclar con otros deportes profesionales.
Por eso, una vez concluído el Mundial de Francia y después de un par de rechazos desde el COI, el IRB, con el francés Bernard Lapasset a la cabeza, se puso como meta principal ganar una de las dos plazas en pugna para el 2016, con una posibilidad -aún muy lejana- de estar en Londres 2012 como exhibición, teniendo en cuenta que en Inglaterra se inventó este deporte.
La campaña del IRB para llegar a los Juegos se basó en todo lo que el rugby puede aportar desde el espíritu y, también, desde otros aspectos. Se sabe: el Seven es ideal para la televisión y para enganchar a la gente que no entiende mucho de este deporte. Más aún: en una semana -la primera, antes del ingreso del atletismo- se propone colmar el estadio olímpico.
Por último, el rugby además ofrece la posibilidad de ganar medallas a países que no suelen figurar en lo más alto de los podios olímpicos. Allí, la Argentina también tendrá su chance.
El COI, por su parte, hace una jugada de marketing fabulosa. De los siete candidatos (los otros cinco son el karate, el béisbol, el sóftbol, el squash y el patín), el rugby y el golf son, lejos, los que más sponsors -todas empresas de primer nivel- pueden acercar.
El IRB celebra hoy en su página este paso. Hasta aquí, el vínculo Juegos Olímpicos-rugby había sido casi nulo. Apenas cuatro participaciones y ninguna con más de cuatro países. La última, en 1924, incluso terminó con un escándalo.
Si el rugby finalmente es aceptado en octubre, este deporte gozará en el futuro de subvenciones estatales (así lo obliga la Carta Olímpica) y de un acercamiento a la mayoría del planeta.No es poco.

FUENTE: periodismo-rugby

12 de agosto de 2009

FOTOS REGATAS-CIUDAD


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10 de agosto de 2009

VEGA + 14



Por la 3º fecha de la Reubicación del Grupo I, Regatas no tuvo piedad de Ciudad de Buenos Aires y lo destruyó por un abismal 54-19. Facundo Vega, fullback del equipo de Bella Vista, facturó 29 puntos. Una bestia.




Abismal diferencia entre uno y otro equipo. Pero además de las distancias existentes entre ambos conjuntos, también hay que sumarle que para Regatas juega Facundo Vega.

La tarde del fullback del team de Bella Vista fue grandiosa. Anote. Tres tries y siete conversiones para, él solito, despacharse con 29 puntos. Y ojo, dicha puntuación podría haber sido de 31, si es que el 15 no pifiaba la conversión de su try, el de los nueve minutos del segundo tiempo.

Además de la gran labor de Vega, el ganador también se destacó por el rigor que impuso su pack de forwards.

En resumen, aunque hubo partido y pese al gran esfuerzo de los muchachos de Muni, en la cancha hubo sólo 16 jugadores. Sí, 16, porque Vega vale por dos.

6 de agosto de 2009

EL EMPUJE DE LA 31

El Club Social y Deportivo El Campito, con la colaboración de rugbiers voluntarios, puso en juego la ovalada en la Villa 31. A pesar de identificarse el rugby como un deporte de elite, los vecinos lo tomaron como una herramienta para la formación de los pibes y aprovechan los terceros tiempos para debatir problemas barriales.

Por Nacho Levy

Sobre la misma tierra en la que solía jugar al fútbol el padre Carlos Mugica, entre las piedras y el pasto de la Cancha 9, en un pulmón de la Villa 31 de Retiro, Fisi carga una pelota ovalada y descarga vehemencia, hasta que un tackle lo derriba. Se le sale una cascarita, pero no la sonrisa. Y se levanta. Con la pelota abajo del brazo, empuja y busca apoyo, resiste y avanza, a un costado de la autopista Illia, donde más de 50 pibes juegan y se ríen todos los sábados detrás de una pelota de rugby, que nunca antes había caído por esos pagos.

Julián Wald, vecino y referente del Club Social y Deportivo El Campito, junto a Martín Dotras, un ex rugbier que brinda semanalmente un servicio médico gratuito a la comunidad, abrieron hace cuatro meses una grieta ovalada entre tanto fútbol, principal accionista de ilusiones en el barrio, como una propuesta para fortalecer el trabajo en equipo.

Desde la perspectiva de un auto que avanza por la autopista, no se puede ver la cancha de entrenamiento. En esa dirección, sólo se divisa un inmenso cartel publicitario de ropa deportiva, detrás de la muralla que marca el límite de la villa, con ladrillos prolijamente pintados de bordó. Del otro lado, en su cara al barrio, la misma pared está apenas cubierta de concreto. Nada se ve igual. “Poder jugar al rugby en la villa es un sueño que teníamos desde hace mucho tiempo”, confiesa Julián, profesor de educación física y miembro fundador de El Campito, una organización comunitaria integrada por vecinos y voluntarios de otros barrios, que trabaja con el deporte como eje desde el año 2000, con sede en la casa 30, de la manzana 32, en el barrio YPF.

Históricamente apropiada por sectores aristocráticos, la pelota de rugby aterrizó en la 31 de la mano de un grupo de jugadores y ex jugadores de Coronel Suárez, que propone abrir el juego. “Pareciera ser que el rugby es para cierta clase social, y eso nos parece una cagada. Nuestra propuesta es que sea un deporte para todos, no sólo para los que más tienen, y que mucha gente se involucre porque, desde nuestra pasividad, nos cabe gran responsabilidad de lo que estamos viviendo”, explica Martín Dotras, que se acercó en principio a la Villa 31 para colaborar como médico, pero pronto se convirtió en entrenador de rugby. “Cuando uno conoce, se integra –señala–. Ante la necesidad de trabajar desde el deporte, pensamos en esta opción y acá estamos, pero aunque uno esté dando una mano en lo deportivo, si se entera de que a uno de los chicos se le prendió fuego la casa y no tenía agua para apagarla, es imposible mantenerse al margen. Justamente, la idea es usar los terceros tiempos, que son un espacio de charla e intercambio, para hablar de las problemáticas que tenemos.”

La convocatoria comenzó con carteles pegados por todo el barrio, que invitaban a sumarse a Los Pumas del Campito. Los vecinos del club Cancha 9, un espacio emblemático de la Villa 31, ofrecieron su potrero para dar lugar a la actividad, aunque obviamente no hay aún haches de rugby y los sectores de césped son apenas porciones, en un terreno de tierra y piedras, siempre colmado de pibes y rodeado de casas precarias, de ladrillo sin revocar, desde donde los vecinos siguen los entrenamientos mateando y colaboran enfriando las botellas de agua. “A partir del boca en boca, se fueron sumando chicos –asegura Julián– y hoy ya son más de 50, que están muy enganchados porque, cuando ellos ven que hay compromiso, se toman las cosas muy en serio.”

Con rugbiers de 5 a 24 años, hay energía concentrada todos los sábados, en torno de cinco pelotas ovaladas que van y vienen por el aire desde temprano, hasta que comienza la práctica, a las 11 de la mañana. “No bien llegamos, nos juntamos y hablamos un toque. Todos juntos limpiamos la cancha, porque siempre hay piedras o algún vidrio. Y ahí empezamos nomás, con ejercicios, tocata o partido. Después nos sentamos y hablamos otra vez”, afirma Matías Segovia, y César Vega agrega que “antes pensaba que jugar al rugby era tirarse piñas, pero acá descubrí que sirve para hacerse amigos, hasta del equipo rival”.

Los problemas no se eluden en El Campito, se afrontan, y ésa es la base de la propuesta. “Nosotros creemos en otro tipo de sociedad, donde la gente se comprometa y no esté siempre mirando todo desde afuera. Eso hay que aprenderlo desde chico, por lo cual tenemos espacios de reflexión. Y el rugby es una escuela que luego sirve para manejarse en la vida cotidiana”, explica Julián, filtro permanente entre los temores paternos y el contacto físico que conlleva el rugby. “Las familias de los pibes están contentas, y el tema de la violencia en este juego es relativa, porque se trata de la violencia propia de la naturaleza humana, pero bien canalizada y como parte de un juego.” Adrián López, vecino de la 31 desde hace 12 años y primer saltador en la hilera del line, lo ratifica: “Antes capaz veías a los pibes fumándose un faso en la esquina, o quizá los sábados se ponían en pedo, y en cambio ahora piensan en entrenarse. Yo empecé a jugar al rugby porque me gustaron los partidos de Los Pumas, pero también por la fuerza que hace falta poner. Acá te sacás la bronca, o te descargás si venís de una semana complicada de laburo, y después terminás dándote la mano con los rivales o tomando una gaseosa”. También para Ezequiel el rugby es un lavadero de emociones y considera que “es un deporte muy honesto, porque hace que uno deba trabajar en grupo y permite transmitirles a los más chicos esa unión que demostró la selección en el Mundial”.

Apenas un partido tuvo hasta ahora el equipo de la Villa 31, ante el club Virreyes, otro emprendimiento que tomó al rugby desde un enfoque social, para integrar a los pibes de la zona norte que no viven la realidad socioeconómica de los juveniles del SIC o el CASI. Y ese encuentro sirvió de motivación para que los entrenamientos sabatinos se multiplicaran en la semana de El Campito. “Ahora estamos más cerca y nos reunimos más seguido para hablar de otras cosas, como lo hicimos cuando fue el corte de la autopista. Participamos porque quieren sacar la villa”, explica César. Y Matías, autor de un try inolvidable en el debut ante Virreyes, agrega que “el reclamo es para que la urbanicen y el corte es para que escuchen ese pedido, pero hay gente que no lo entiende. Muchos dicen que todos los de la villa vivimos acá porque no pagamos luz, ni agua, y nosotros estamos diciendo que sí queremos pagar. Mi barrio no es malo. No digo que acá son todos unos fenómenos, pero la villa no es una porquería. Este barrio está bueno, y eso se ve en este equipo, que tiene compañerismo a morir”.

Ponerse la camiseta de El Campito, para jugar y conocer nuevos amigos o lugares, es una experiencia que hace brillar los ojos de Matías. “Tenemos huevos y nos motiva mucho representar al barrio. Si dicen: ‘Estos son de la villa’, nosotros nos lucimos y no nos afecta, porque sí, somos de la villa.” También el pecho de Adrián se infla cuando se habla de jugar en nombre de la 31: “Estar defendiendo al barrio es hacer que se conozca nuestro lugar y que todos sepan que acá hay equipo, para que la sociedad vea que una villa no sólo tiene droga y delincuencia”.

Algo de esa parte más iluminada y menos publicada de la Villa 31 aprendió el entrenador del equipo, Dotras, cuando a poco de iniciar la atención médica en el barrio, se encontró con un hombre mayor, adoptado por los vecinos. “Una señora me pidió que fuera a ver a su abuelito, porque había llovido y estaba inundado. El hombre, de cincuenta y pico de años, parecía de 70, y había llegado hace mucho desde Santiago del Estero, casado con una mujer 20 años mayor, con la cual vivió mucho tiempo en la villa, debajo de un árbol. Cuando murió su esposa, se deprimió, y los vecinos lo tomaron como un abuelito. Le hicieron la casilla y todos los días le dan de comer. Esa preocupación por el vecino del otro lado de Libertador no está. Yo vivo en Recoleta, y cuando quise dejar la bicicleta en un palier que nadie usaba, tuve un gran problema con el consorcio. Uno sale de acá con ruido en la cabeza, y replanteándose todo, incluso dónde vivir.”

No es aislada la propuesta del rugby, ni la lucha de Julián. La historia del barrio generó espacios de contención y formación para sus pibes, construcciones que no están en venta ni en peligro de derrumbe. “Acá hubo mucho sacrificio y mucha sangre derramada como para regalar este lugar. Por esta tierra murieron Lucía Cullen, el padre Mugica, el hijo de Nora Cortiñas... Tenemos 15 desaparecidos en el barrio y eso no se negocia. Con humildad, nos sentimos continuadores de toda esa lucha. Y sería bueno saber cuántos muertos se han generado en las villas desde los ’90, pero de esa inseguridad no se habla. La baja de la imputabilidad es un verso de los que lucran con esta sociedad injusta. Si los pibes salen a delinquir es porque no tienen la posibilidad de estar integrados a algo, o de ocupar su vida en otra cosa. La única solución para la violencia, o la inseguridad como ellos dicen, es integrar a los pibes.”

Del lado sin pintura de la medianera con la autopista, la organización comunitaria de la 31 en la lucha contra el paco crece y se fortalece con el esfuerzo voluntario de los vecinos. “En El Campito, donde también se da la merienda y se trabaja en una huerta comunitaria, hay compañeros que ofrecen asesoría jurídica, apoyo escolar y otras actividades. Pero además, existen en el barrio un montón de comedores, cooperativas de mujeres de trabajo, grupos de recreación, espacios para la salud, asociaciones contra la droga... Sería bueno que los medios mostraran eso, para terminar con la falsa imagen que existe del barrio, como si acá fuéramos todos vagos, o fuésemos los causantes de la inseguridad. Esos prejuicios se basan en el desconocimiento de la realidad”, manifiesta Julián, que tiene 43 años y pelea desde hace cuatro por la construcción de la sede del club El Campito, “sin que venga ni un solo ladrillo gratis, como anda diciendo alguno por ahí”.

La pelota va de mano en mano, en el último juego del entrenamiento. Y mientras tanto, a las palabras de Wald las rellena de historia Axel Rua, que apenas tiene 11 años: “En este barrio vivía el padre Mugica, un señor que defendió la villa hace mucho tiempo. Cuando él salía de la iglesia, unos terroristas le pegaron siete tiros, porque él defendía a nuestro pueblo y a los políticos eso no les gustaba. Ahora, nosotros sentimos que defendemos al barrio cuando vamos a jugar al rugby, porque es un juego que ayuda a mostrar que la villa no sólo es peligrosa. Acá también se puede jugar”.

3 de agosto de 2009