15 de octubre de 2007

ARGENTINA: DECEPCION, HERENCIA Y PODIO

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Enghien-les-Baines, 15 de octubre - Un sol radiante y una gigantesca bandera que cubrió la mayor parte del frente del Hotel Gran Barriere, fueron las postales de este nuevo día en la concentración argentina. Los Pumas, que perdieron ayer sus chances de jugar la final de un Mundial, estuvieron rodeados de familiares, en su búnker instalado en Enghien-les-Baines.
Bajo un clima distendido y de reflexión, el equipo sudamericano se tomó el día para hacer trabajos de regeneración física, pero lucieron como una gran familia, acompañados por sus mujeres e hijos. En la charla con los periodistas, el clima bajó algunos decibeles en relación a la excitación que se vivió en las semanas previas. A diferencia de lo que muchos podían suponer, por el hecho de no ser candidatos a ganar, Los Pumas se mostraron doloridos por la derrota más que por los golpes. “Nosotros buscábamos la final. No sé si todo el mundo lo creía, pero nosotros sí. Si no hubiéramos cometido tantos errores, si no nos hubieran interceptado dos pelotas de try, si no hubiéramos perdido tantos lines. Aún así y todo, lo levantamos y nos pusimos a 11 puntos, pero no pudimos”, dijo un Mario Ledesma Arocena apesadumbrado. Justamente el hooker comunicó que su lesión sería un desgarro y estaría prácticamente descartado para el próximo partido del viernes ante Francia, por el tercer y cuarto puesto. Justamente, sobre la última contienda que les resta a Los Pumas, Ledesma expresó que “aún no se dijo nada de eso. Yo no creo que juegue. Sé que Agustín (Pichot) tiene la idea de que jueguen los chicos que todavía no lo hicieron mucho, pero eso lo va a decidir el Tano (Marcelo Loffreda). Hay chicos que están bancando desde hace tres meses”. Mientras que sobre el mismo tema, el entrenador asistente Mario Barandarían aseguró que “si me preguntan a mí, mi opinión es jugar con los mejores jugadores que tengo. Acá vinimos a ganar. El día que se dio la lista de 30 jugadores que irían al Mundial, en Newman, se dijo que en esta lista podía haber jugadores que no actuaran en ningún partido”, recordó. Los herederos Pero más allá de la amargura por no jugar la final y las especulaciones sobre el choque con Francia, por la cabeza de los argentinos empezó a deambular la idea de quién será el sucesor de Marcelo Loffreda al frente del equipo, ya que este anunció que una vez que termine la Copa no continuará al frente de la selección nacional. Al respecto, uno de los colaboradores del Tano Loffreda, Diego Cash opinó que “han sido ocho años muy intensos y es momento de dar un paso al costado. Este grupo se armó de manera muy sólida, y tenemos que encarar lo que viene para encontrar la forma de darle continuidad a los proyectos y profundizar lo que hizo Loffreda”. “Para ser entrenador de Argentina, hay que haber jugado en Los Pumas antes. Yo no lo sabía hasta que estuve acá. Yo no jugué en Los Pumas y no es lo mismo cuando el Tano (Loffreda) le dice a un jugador cómo tiene que tacklear, cuando él sintió los tackles de los franceses o los golpes en un test match. El jugador lo valora de otra manera, y no porque este grupo no respete a las personas, porque estos chicos respetan a todo el mundo, pero es lógico que ellos respeten más a un par”, opinó Barandarián. En tanto, Ledesma Arocena dijo que “creo que hay que dar un cambio de timón (en la dirigencia). No estaría mal tener a alguien de afuera como head coach, siempre que esté apoyado por algún argentino en el campo”. Mientras que sobre el recambio de jugadores, se mostró menos preocupado al decir que “los que mejores jugaron en este Mundial fueron todos jóvenes, como Pato Albacete o Corcho (Juan Martín) Fernández Lobbe. Además hay otros que llegan sin problemas a la próxima Copa como Felipe (Contepomi) o Juani (Juan Martín Hernández). En mi puesto está el Oso (Vernet Basualdo), (Pablo) Gambarini o (Matías) Cortese, así que tengo reemplazos”.