NEWMAN DE MODA
La bocina había sonado hacía un buen rato pero el reloj seguía su ritmo. Ya era mucho el descuento hasta para un partido de fútbol, corrían 50' del segundo tiempo, Regatas empujaba con uno menos, como sea, y entonces sí, por fin, Newman se pudo aflojar. Y gozar. Otra vez. Porque el que consiguió en Bella Vista fue un triunfo como vienen siendo para este Bordó, con defensa inagotable y entereza física para aguantar cuando lo acorralan. ¡Y vaya si lo acorralaron! Pero este equipo sensación del Top 14, el escolta que se permite soñar con una semifinal, dio una muestra más de que su pack no tiene nada de ingenuo y que no sólo lastima por el juego abierto.
Lo dicho, y a esta altura recontrasabido: el sello distintivo de este Newman es su defensa, la menos vencida de la zona Campeonato. "Es gana partidos", explica Santiago Piccaluga y si él lo dice es porque siente la obligación de rescatar lo que menos luce. Sería hasta facilista buscar la clave de la victoria en apenas esa estirada de Picca que alcanzó con lo justo para que los de Benavídez volvieran al mando y sellaran la chapa, conversión suya mediante, en 17-13.
El equipo sensación y escolta del Top 14 volvió a ganar con lo que ya es su sello: la defensa. Viene CASI.
Antes de eso hubo un equipo que tackleó hasta al viento. Y curiosamente al viento lo tuvo en contra durante el mejor pasaje propio. En esa primera parte soportó los avances del local, que con campo y pelota se repetía en patadas defectuosas (un penal y tres drops fallados). Y Newman, en cambio, fue efectivo: se adelantó por el pie de Piccaluga y una corrida de Torres. Pudo irse 10-0 al descanso pero en la última dicen que apoyó Christie Newbery entre tanto barullo de forwards. Igual, el panorama seguía siendo positivo para el Cardenal, ya que el viento pasaría a ser un aliado. Nada de eso: un penal y un drop de Vega pusieron al frente a Regatas. En esa especie de Bombonerita que vendría a ser la tribuna de Bella Vista, por los colores y los bombos y la trompeta, ya se sentían ganadores. Claro, venían dulces por el ya no tan batacazo ante Hindú, y el Bordó no demostraba reacción, como si no tuviese más piernas. Pero apareció el corazón, el try de Picca y el aguante final. Ahora toca CASI, el líder, otro verdugo de los de Don Torcuato. Quién te dice...
fuente: ole