ADELANTARSE
Por José Javier Tito Fernández (*)
La falta de decisión de implementar las nueva reglas dentro de nuestro Rugby denotan al menos que Argentina en su conjunto no está pensando en mejorar el juego interno. Nuestro Rugby ha decidido postergar hasta el próximo año su implementación y así demostrar y demostrarse que se encuentra cómodo o, al menos, sin la urgencia necesaria para practicar el mismo deporte, con las mismas reglas, que se juegan en el mundo.
No hay duda, que las nuevas reglas establecerán un juego diferente al que estamos acostumbrados a “jugar”,”entrenar” y “referear”. Sobre un juego diferente, se requieren estrategias diferentes, las que deberá analizar primeramente cada entrenador, para luego volcarlas al equipo (esto lleva tiempo). Sobre un juego diferente, los jugadores deberán leer opciones diferentes para la toma de decisiones (esto lleva más tiempo aún).
Los dos puntos anteriores, son a mi entender, el verdadero desafío que presenta este cambio. La aplicación por la aplicación misma, puede esperar; no así, todo lo que tiene que ver con la parte lúdica de esas reglas y hacia dónde pueden llevar al juego.
Desde que se comiencen a implementar, hasta que el jugador, entrenador y referee las domine, inevitablemente deberá transcurrir algún tiempo. ¿Por qué, entonces, dejar pasar esta oportunidad de practicar al menos en este punto un Rugby actualizado?
La temporada 2009 se iniciará, como todos los años, con el campeonato Argentino. ¿Con qué reglas se desarrollará? Los diferentes seleccionados juveniles, al igual que seguramente Argentina A, tendrán compromisos internacionales. Todos integrados en su mayoría por jugadores locales. ¿No les parece que nuestro Rugby está dando demasiada ventaja como para no tener en cuenta esto?
Todavía está el Rugby Argentino a tiempo de implementarlas para que, al menos, el próximo año y desde el comienzo de los torneos tengamos la posibilidad de jugar, referear, entrenar y, por supuesto presenciar, “Un mejor juego”.
(*) Ex jugador y entrenador de Los Pumas. Tito nos envió este texto por mail y nos pareció importante publicarlo porque puede generar un valioso debate.
