10 de diciembre de 2009

LOS PUMAS C LLAMADOS LOS PAMPAS, JUGARAN EN SUDAFRICA



En un paso más en su integración al Tres Naciones,
la Unión Argentina aceptó una invitación del Consejo Superior de la Unión Sudáfrica para que uno de sus equipos juegue la Copa Vodacom desde fines de febrero de 2010. Será con un tercer equipo nacional

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Argentina intervendrá con un tercer equipo nacional, que se denominará Los Pampas, cuyos jugadores surgirán de la nómina que integra el Plan de Alto Rendimiento Deportivo. Los Pampas pasarán a ser así una especie de seleccionado +C+, por debajo de Los Pumas y de Los Jaguares. El representativo argentino jugará en la zona sur con el Natal Sharks donde juega Juan Martín Hernández, Western Province, Bolant, Cavaliers, Eastern Province, State Chitas, Border Bulldogs y South Western District. La fase de clasificación se extenderá hasta abril y, en caso de pasar a semifinales, la UAR gestionará que los partidos se realicen en Buenos Aires. La Copa Vodacom se juega desde 1998 y el año pasado el ganador fue Griquas, que en la final superó 28 a 19 a Blue Bulls. Los Pumas tienen previsto participar a partir del 2012 del Tri Nations, el torneo más fuerte del mundo, con Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

Fuente: Télam

2 de diciembre de 2009

26 de noviembre de 2009

25 de noviembre de 2009

REGATEROS CAMPEONES!!!!!!!

LA GLORIOSA CAMADA 93 NOS REPRESENTO DE MANERA EJEMPLAR EN EL SEVEN
¡¡¡CAMPEONES M16!!!


18 de noviembre de 2009

11 de noviembre de 2009

LAS INFANTILES Y SU INCIDENCIA EN EL RUGBY SUPERIOR

Creo que, ningún jugador del plantel superior, puede dejar de recordar aquella época como jugador de las infantiles, cuando vemos hoy a los chiquitos corriendo y jugando al rugby en el club, jugando tocatas en los entretiempos de los partidos de la primera, viniendo a saludarnos después de los partidos o simplemente al ver lleno de chicos el auto de algún padre o alguna madre que está llevando a sus hijos y sus amigos a jugar.

Era una época donde uno esperaba el sábado (se entrenaba o jugaba los sábados a la mañana) para juntarse con todos. Ahora es igual, lo único que se suma es que nos vemos mínimo tres veces a la semana, o también algún viernes a hablar del partido y el sábado… a la cancha.

También me acuerdo cuando venía alguien de la primera y uno se mataba para mandarse alguna jugadita y que nos miraran, era increíble. Todos alguna vez fuimos infantiles y ahora disfrutamos de jugar en la primera como soñábamos en aquel momento. Pero también hay veces que no nos ponemos a pensar la importancia de todo ese caudal de chiquitos que alimentan el rugby de nuestros clubes y que mañana nos van a representar en los primeros equipos.

Alguna vez fuimos como ellos, por eso es importante que no nos desentendamos como jugadores de la formación de los más chicos, para eso no es necesario ser entrenador de una división sí o sí (eso sería espectacular, pero a veces los compromisos familiares, de estudios y/o laborales no lo permiten lamentablemente), pero sí al menos es importante comprometernos a visitarlos en los partidos, en los entrenamientos.

Ir a dar un entrenamiento o referearles algún partido, poder darles una charla y transmitirles nuestra experiencia y fanatismo hacia este deporte e inculcarles la importancia de divertirse practicando un deporte con amigos, lo importante que es hacer algo por el otro y que éste a su vez lo está haciendo por mí, lo que es vestir la camiseta del club y lo que significa, lo que representa ser un jugador de rugby del club, en el club y también fuera del mismo, que su forma de actuar adentro y afuera de la cancha representan a su familia, a sus amigos, a su entorno.

Ese sentido de pertenencia que es difícil de entender cuando uno es más chico, pero que sin entenderlo lo va forjando para toda la vida.

Es una pequeña forma al menos de devolver lo que muchos padres y “los viejos” del club nos enseñaron, lo que se dedicaron a nosotros y lo que nos malcriaron.

Pero lo más importante es que los planteles superiores cada vez más profesionales no deben tampoco olvidarse del espíritu de las infantiles, de esa forma de sentir el rugby, de divertirse, de resaltar valores para toda la vida, del compañerismo, de las ganas de aprender, del temor y de la audacia. El espíritu del rugby nace en las infantiles, que perdure en el tiempo es responsabilidad de cada uno. Por eso también es importante no alejarse de éstas.

En Regatas, juegan en las divisiones infantiles alrededor de 800 chicos. Desde hace un tiempo estamos intentando, en la medida de los posible, no perder ese contacto y concurrir algún grupo de jugadores los sábados a la mañana a compartir alguna actividad con los chiquitos, pese a que realmente las infantiles del Club están más que cuidadas y la verdad hay un grupo importante de padres y colaboradores que se ocupa de manera excelente desde hace tiempo.

Pero siempre es bueno colaborar con ellos y ver cómo se sienten cuando algún jugador del plantel superior esta ahí, en los entrenamientos, en algún partido o compartiendo un tercer tiempo, y renovarse respirando ese clima del que nos nutrimos de chicos.

Además, son ellos también los que se quedan todo el día esperando el partido de la primera para venir después a saludarnos, pedir que le firmemos la camiseta o entregarnos algún dibujo que pegaremos en la pared al lado de nuestra cama y miraremos algún viernes previo al partido. Todo esto que nos hace tenerlos presentes en alguna charla antes de nuestro partido o dedicarles a ellos también nuestros triunfos.

Todo esto que hace al sentido de pertenencia a una determinada formación, a una determinada manera de encarar la vida que, en definitiva, volcaremos adentro de la cancha y que quizás se pueda entender siendo ya más grandes, pero que se fue forjando, sin dudas, desde nuestros comienzos como jugadores de rugby.

Son estas las cosas que nos provocan, y que sólo pocos deportes como el rugby te pueden dar.

A cuidar el semillero!!

Lucas Loviscek, Medio scrum de Regatas.

20 de octubre de 2009

¿YO BORRACHO?

4 de octubre de 2009

FOTOS REGATAS VS. PUEY


click en la foto para ir a las imágenes



REGATAS SE QUEDO CON EL TRIUNFO Y LA COPA


Regatas venció en Bella Vista por 31 a 15 a Pueyrredón, quedó cuarto en la tabla y de yapa se alzó con la Copa Ciudad de Bella Vista, que e puso en juego para conmemorar el 25º Aniversario de Bella Vista como ciudad.
El sol que iluminó Bella Vista recibió a dos equipos que, seguramente, seguirán en el Grupo 1 en el 2010: Regatas y Pueyrredón. Y tras el match, fue el local el que se quedó con la victoria por 31 a 15, incrementando así sus chances de lograr la permanencia en la elite de la URBA.
En el encuentro que mantuvieron Regatas y Pueyrredón, en cancha del primero, estuvo en juego la copa Ciudad de Bella Vista, que formó parte de los festejos por el aniversario de los 25 años de la Municipalidad.
Con este triunfo, el 15 de Bella Vista consiguió el doble punto bonus, sumó 43 unidades y se ubica cuarto, a sólo 4 puntos del puntero. Los de Boulogne, por su parte, llegaron a la tercera caída consecutiva y no encuentran la forma de levantar cabeza.
El sábado Regatas deberá visitar a un necesitado Banco Nación para asegurarse un lugar en el Grupo I y Pueyrredón recibirá en Boulogne al buen equipo de Manuel Belgrano, líder hasta hace unas fechas, para intentar volver a la senda del triunfo.

Regatas de Bella Vista: 15-Facundo Vega, 14-Joaquín Fernández Gill, 13-Ramiro Torres Picasso, 12-Matías Fernández Gill, 11-Pedro Valega, 10-Tomás Chimondeguy, 9-Fermín Ibarra, 8-Santiago Camerlinckx, 7-Rodrigo Duret, 6-N. Christie Newbery (capitán), 5-Enrique Vidal, 4-Facundo Monópoli, 3-Francisco Lecot, 2-Martín Monópoli, 1-Gastón De Robertis.
Entrenadores: J. Méndez y E. Fernández Gill.

Pueyrredón: 15-Alejandro Corizzo, 14-Pablo Balfour, 13-Iván Volgin, 12-Sebastián Deira, 11-Carlos Nápoli, 10-Carlos Arguindegui, 9-Lucas Verardi, 8-Javier Vardé, 7-Tomás Baeck, 6-Bernardo Malone, 5-Wenceslao Segonds, 4-Gonzalo Díaz Servidio (capitán), 3-Gustavo Manzato, 2-Matías Coll Benegas, 1-Javier Ochoteco.
Entrenadores: G. Baeck, L. Guerrero, A. Avila y A. Zabala.

Tantos en el Primer tiempo: 1´ try de Joaquín Fernández Gill, conv. por Vega (R), 3´try de Vega (R), 33´try de Balfour, conv. por Arguindegui (P).

Tantos en el Segundo tiempo: 2´drop de Corizzo (P), 19´ try de F. Monópoli, conv. por Vega (R), 23´ try de Joaquín Fernández Gill, conv. por Vega (R), 32´ try de T. Chimondeguy (R), 40´try de I. Volguin, conv. por Arguindegui (P).


fuente: aplenorugby
foto: rugbyfun

A MEDIA MAQUINA


Por la Reubicación del Grupo I, Regatas no se complicó y, en Bella Vista, superó claramente a Pueyrredón por 31-15. Joaquín Fernández Gill, autor de dos tries, fue la figura e la cancha.
Regatas recibió en su cancha a Pueyrredón con buen el ánimo bien arriba luego de haberle ganado la fecha pasada al puntero Manuel Belgrano. Pueyrredón en cambio, no recupeó su buena performance, y volvió a perder con Biei.
Enchufadísimos entraron los de Bella Vista, que al minuto de juego ya habían marcado su primer try de la mano de Joaquín Fernández Gill. El back estuvo muy astuto y, tras un avance de Puey, supo robar la pelota para irse derechito al try. Enseguida, y como para dejar en claro quién estaba mejor, Facundo Vega se hizo un autopase de sombrerito y se zambulló en el ingoal.. Buen arranque para los locales, que sacaron diferencia de entrada.
Puey pudo llegar al try pasados los 30 minutos. La conquista decantó luego de un penal rápido y Pablo Balfour fue quien pudo marcar. A Pueyrredón le costó al principio controlar su juego, y una vez acomodado emparejó las cosas con su rival.
Una vez pasado el descanso, Puey arrancó con un drop de Alejandro Corizzo para intentar acercarse en el marcador. Después tuvo varias llegadas en el campo contrario, pero los constantes errores de manejo le jugaron en contra a la hora de dar la puntada final.
En cambio Regatas arriesgaba desde el fondo y presionaba, con el control de la guinda, supo cómo resolver situaciones de try. A los 10 de la segunda etapa, Facundo Monópoli se estiró para llegar justo en la bandera.
Regatas volvió a golpear aprovechando la desconcentración de Puey. Sí, Joaquín Fernández Gill apoyó su segunda conquista, luego de ganarle en carrera al apertura Carlos Arguindegui.
Con cuatro tries en el bolsillo, y con poco tiempo en el reloj, el team de Bella Vista tenía el partido controlado. Pero a pesar de ello fue por más, y concretaron su quinta conquista de la mano de Tomás Chimondeguy, que arremetió después de jugar un penal en las cinco yardas.
Ya no quedaba tiempo para más, pero Pueyrredón quería sacarse la espina y, en la ultima jugada del partido, apoyó,su centro Iván Volguin. Hasta ahí llegó el partido, nuevo triunfo para los de Bella Vista, que a pesar de algunos bajones, están encontrando su juego.

fuente: rugbyfun

14 de septiembre de 2009

¡¡¡ LOS PUMAS AL 3 NACIONES !!! O 4 NACIONES DE AHORA EN MAS


Al fin se nos dio: los Pumas, en una de las mejores jugadas de su historia, disputarán el Tres Naciones (o como pase a llamarse desde ahora) junto con Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia a partir del 2012. Eso sí, hay un par de condiciones que cumplir si se quiere formar parte... A brindar por el gran momento del rugby argentino.

Havana intenta pero no puede sacarle la ovalada a Juani Hernández, una imagen que podrá darse por primera vez en el Tres Naciones... (Foto AFP)
La espera valió la pena. Después de tanto insistir, de tantas idas y vueltas, de acuerdos en el aire, y de proyectos no confirmados, nuestros queridos Pumas formarán parte del Tres Naciones, la competencia madre de todo el Hemisferio Sur.

Del Cuatro Naciones, mejor dicho, porque el nombre también tendrá que cambiar, claro. Esa selección que dejó atónito a más de uno hace dos años en Francia, logrando un tercer puesto histórico y forjando una identidad sorprendente, ahora tiene su gran recompensa, pero tendrá que esperar un tiempito más para poder disfrutarla.

Un dato no menor para tener en cuenta: Argentina podrá formar parte del torneo sólo si cumple dos condiciones importantísimas para la Sanzar, entidad máxima que componen los otros tres integrantes. En primer lugar, deberá asegurar la participación de sus mejores jugadores en el certamen, cuestión en la que colaborarán las Uniones en cuanto a la ubicación de los mismos en los equipos que conforman el Super 14, campeonato de clubes del Hemisferio Sur. Por otro lado, dicha asociación, la UAR y la IRB estarán obligadas a dejar en claro el modelo financiero que se aplicará en la competencia. Mientras esté todo bajo control, la presencia de Argentina en el torneo no peligrará en absoluto.

Andy Marinos, director general de la famosa Sanzar, se encargó de demostrar su alegría por la noticia mediante un comunicado oficial: "Que los Pumas, terceros del Mundial 2007 y actualmente sextos del ránking mundial, se unan a las tres primeras naciones del rugby, será muy atractivo para los aficionados, los jugadores, los patrocinadores y los difusores en nuestros cuatro países y más allá". Y agregó: "(Los argentinos) practican un juego diferente al de los All Blacks, Wallabies y Springboks y su integración hará del Tres Naciones un verdadero Campeonato del Hemisferio Sur".

El presidente de la UAR, Porfirio Carreras, tampoco ocultó la satisfacción que se vive por estos pagos: "Es un momento muy importante para el rugby en Argentina y querría dar las gracias a mi federación y a todos los que nos han apoyado para lograrlo", declaró. En el nuevo sistema que se llevará a cabo, cada equipo disputará seis encuentros en formato de ida y vuelta, siempre en un período de ocho o nueve semanas entre agosto y octubre.

Las palabras de Agustín Pichot, uno de los máximos responsables de que esto sea realidad, resumen todo: "No tengo palabras para expresar mi gran alegría y la del equipo de trabajo que hemos estado trabajando para lograr este objetivo. Estamos muy contentos de tener la oportunidad de ser una gran nación en el mundo del rugby con la posibilidad de jugar en el máximo nivel internacional de rugby. Este apasionante desarrollo será vital en el crecimiento de todo el rugby en la Argentina. Este es un momento histórico del cual todos debemos estar muy orgullosos. Ahora tenemos que continuar por este camino y consolidar el apoyo de la IRB para que se pueda llevar a cabo." Bien merecido lo tienen...


FUENTE: OLE

REGATAS TUVO BUENOS AIRES


Con contudencia, el team de Bella Vista despachó 27-8 a Buenos Aires. Regatas cada día juega mejor y sigue invicto. Biei cayó por segunda vez al hilo y perdió la condición de equipo menos goleado, pero por ahora respira tranquilo.
Hey, qué te pasa Buenos Aires, es tu parte que no se conoce: es que tras un arranque a todo trapo (seis victorias al hilo), el team de casaca azul marino se vino a pique y sumó su segunda derrota consecutiva, otra vez, a manos de un equipo de Primera. Regatas lo derrotó bien por 27-8.
De todas maneras, ya sacó el diablo en su corazón e hizo los deberes cuando correspondía, lo que le auguró un interesante colchón de puntos que, por ahora, le hacen mantener la categoría. En cambio, para Regatas soplan los buenos aires, ya que continúa invicto y trepó al cuarto puesto.
Así, los de Bella Vista se tomaron revancha de la durísima caída en la fase clasificatoria (13-18), que significó el principio del fin para sus ilusiones de clasificar al Top 14. A su vez, también cortó una seguidilla de dos derrotas en serie ante el mismo rival.
Ahora, ambos afrontarán durísimos compromisos: los dos se las verán frente a dos que están por encima suyo en la tabla. Por el lado del vencedor, será visitante de San Luis. En tanto, Biei hará lo propio con Manuel Belgrano, que no para de ganar y prácticamente se aseguró la permanencia.

Regatas (27): Tomás Chimondeguy; Joaquín Fernández Gill, Mariano Lecot, Matías Fernández Gill y Francisco Merello; Facundo Vega y Fermín Ibarra; Facundo Monópoli, Santiago Camerlinckx y Nicolás Christie Newbery (cap); Enrique Vidal y Diego Villalba; Francisco Lecot, Agustín Duro y Gastón De Robertis.
Entrenadores: Eduardo Fernández Gill y Jaime Méndez.

Buenos Aires (8): Gonzalo Mosi (cap); Sebastián Holmberg, Lucas Schonamsbruger, Gabriel Ascárate y Santiago Fijalkauskas; Tomás Schonamsbruger y Juan Pablo Taboada; Martín García Veiga, Jorge Passart y Santiago Piola; Sebastián Vizcaíno y Bruno Leoni; Nicolás De Gregori, Eric Trautermiller y Javier Rodríguez.
Entrenadores: Juan García Iturralde y Daniel Habib.

fuente: aplenorugby

REGATAS SIGUE COSECHANDO VICTORIAS


Si bien Regatas de Bella Vista está lejos de conseguir un buen rendimiento en equipo, continúa sumando triunfos en la Reubicación del Grupo I. Esta vez fue 27-8 frente a Buenos Aires en un partido muy peleado desde el comienzo
El encuentro entre Regatas y Buenos Aires pronosticaba un partido cerrado y muy parejo en Bella Vista y, aunque el resultado final diga lo contrario, ambos equipos jugaron de igual a igual los 80 minutos.
El primero en abrir el marcador fue Biei que, gracias al try de Gabriel Ascárate se puso al frente pasados cuatro minutos de juego. La ventaja para la visita hizo que Regatas presionara más e intentara llegar al ingoal rival con mayor determinación. Pero la defensa visitante estaba bien plantada y lograba una rápida recuperación de la pelota.
El partido se iba tornando cada vez más cerrado, los dos equipos buscaban anotar pero los pocos espacios abiertos dificultaban la tarea. Habían pasado 20 minutos cuando un penal a favor de Regatas, hizo que Facundo Vega descuente para los locales. La visita presionaba y avanzaba pero la defensa local inpedía cualquier intento de marcar.
A los 30, Fermín Ibarra apoyó un try que dejó a los dueños de casa arriba en el marcador. Pero, como la paridad en la cancha seguía siendo notoria, Biei descontó a través de un penal de Gabriel Ascárate que cerró la primera etapa en 13-8.
Para el segundo tiempo, Regatas ajustó algunos errores y contruyó una defensa impenetrable. Biei por más que intentó no pudo marcar puntos, mientras que los locales sumaron de a cinco a través de un try penal, y un drop y un try de Facundo Vega. Así, Regatas llegó a los 27, que le dieron una vez más la victoria a pesar de no encontrar un juego parejo y en equipo.

Voces y Frases

Facundo Vega (Apertura de Regatas): "Ellos la verdad que vienen jugando muy bien, con una defensa muy buena y la verdad que nos costó mucho llegar. Sabíamos que iba a ser un partido muy duro, el primert tiempo fue muy parejo pero por suerte en el segundo se nos abrieron los espacios y pudimos marcar".

Bruno Leoni (Segunda Línea de Buenos Aires): "Fue un partido muy duro, sabíamos que iba a ser así, y la verdad que nos superaron jugando mejor. Tenemos que seguir trabajando para mejorar en todos los aspectos del juego".

Fermín Ibarra (Medio Scrum de Regatas): "La clave estuvo en jugar bien con los fowards, ir para adelante y buscar los espacios para poder marcar".

FUENTE: rugbytime

10 de septiembre de 2009

Replanteo Interno

Phillippe Bourdarias, el francés que trabaja como Manager de Torneos de la International Rugby Board (IRB), y que se encuentra en el país para la presentación del Mundial Sub 20 que el año próximo se disputará en Santa Fe, Rosario y Paraná, es rotundo cuando se le pregunta si la entidad madre del rugby tiene alguna posibilidad de mover las ventanas internacionales a otros meses que no sean junio y noviembre: "Absolutamente, no".

Bourdarias agrega que esto es imposible por la regla que se impuso para no perjudicar a los clubes (que son los dueños de los pases de los jugadores), e incluso pone como ejemplo que ni siquiera se pudo mover la fecha del Mundial Sub 20, que no sólo coincide con los tests de los seleccionados mayores, sino que en el 2010 se chocará con el Mundial de fútbol, que se disputará en Sudáfrica, tierra emblemática del rugby.

¿Y por qué esto también afecta a los juveniles? Ocurre que Nueva Zelanda y Australia, por ejemplo, ya tienen en esa categoría a jugadores que actúan en el Súper 14, y los clubes no quieren saber nada con cederlos fuera de junio. En ese específico caso, la Argentina no posee ese inconveniente, aunque la cuestión de diferencias físicas y de preparación será tema en otro momento.

Lo que aquí se plantea una vez más es que a la Argentina, y especialmente a los Pumas, no se le ofrece un panorama auspicioso en lo que respecta a la competencia internacional. Es más: nada ha cambiado y nada cambiará al menos hasta después del Mundial 2011. Entonces, los cañones siguen apuntando a los Jaguares, el segundo seleccionado que es el embrión del PladAR que lanzó la UAR en febrero pasado y que, curiosidades de la realidad argentina en el mundo del rugby, tendrá bastante más actividad que la de los Pumas.

En lo inmediato, los Jaguares disputarán a partir del 10 de octubre las semifinales del nuevo Americas Rugby Championship, a las que se sumarán dos de los seis equipos (cuatro de Canadá y dos de los Estados Unidos) que están jugando la etapa eliminatoria. Y, en noviembre, y a la par de los tests que jugarán los Pumas en Europa (el 14, con Inglaterra; el 21, con Gales, y el 28, con Escocia), harán una gira enfrentando a Portugal, Georgia e Irlanda A.

Pero hay que detenerse aquí para analizar que los inconvenientes no sólo pueden estar afuera. La ARC, que se disputará en Canadá, coincide con las dos últimas fechas del Top 14 de la URBA, o sea con la recta final hacia las semifinales y final, que serán el 24 y 31 de octubre en el CASI.

Se sabe: el PladAR y los Jaguares tienen mayoría de jugadores de Buenos Aires y varios que pertenecen a los clubes que pelean arriba en el Top 14. Las inquietudes y las discusiones al respecto –qué hacer con las convocatorias– ya llegaron a la UAR, desde donde se le pidió a Santiago Phelan, head-coach de los seleccionados nacionales, que cite a todos los que él crea que están en condiciones de viajar a Canadá.

La Unión de Buenos Aires (URBA), la más poderosa del país en número y a la hora de las decisiones importantes, anunció que apoya al PladAR, pero también decidió que los jugadores que lo integran deban optar a partir del 1º de enero de 2010 entre sus clubes o el PladAR. Una determinación que permite varias lecturas, pero que no termina de zanjar la realidad.

Más allá de esto, la UAR sigue adelante con su plan de expansión para los Jaguares y se está en tratativas para insertar al equipo el año que viene en una competencia doméstica en Sudáfrica. Por eso, ante el cerrojo externo es necesario abrir de manera amplia y profunda las ventanas internas.

Jorge Busico.
La Nación

4 de septiembre de 2009

ORIGENES DEL SCRUM



Al principio todo era caos. Los ingleses, después de imponer la leyenda de William Webb Ellis, el "inventor" del rugby , le dieron forma al nuevo deporte. En el Colegio de la ciudad ubicada en el condado de Warwickshire, a cien kilómetros de Londres, utilizaban una pelota irregular: no era ovalada ni redonda. En los comienzos adaptaban una ubre de cabra, la inflaban , la cubrían con un cuero y, para que no se escapara el elemento animal, la cosían. Les servía para patearla y, después de la ocurrencia del alumno Webb, para manipularla.
¿Cómo era el juego, a principios del siglo XIX en el Colegio de Rugby? Se ponían veinte o treinta muchachos de un lado e igual cantidad del otro. Uno la pateaba y los "rivales" la embolsaban y corrían hacia el lado opuesto. Tal cual había sucedido (espontáneamente , según los ingleses) cuando William Webb Ellis , en un partido del incipiente fútbol, tomó la pelota en sus manos y empezó a correr. Sus compañeros lo persiguieron y uno de ellos lo tackleó. Como la situación los satisfizo, comenzó " el fútbol según se juega en el Colegio de Rugby". En 1823, entonces, nació el juego de los tackles, aunque muy pocos creen en la "espontaneidad" del acto de W.W. Ellis.
En esa época primigenia no había puestos ni reglas. Unos atacaban y chocaban a los que estaban del lado opuesto. Se admitía un recurso desleal, el "hacking", que consistía en pegarle una patada en la canilla al que llevaba la pelota. Cuando se escribieron las primeras reglas en la Universidad de Cambridge, en 1848, el "hacking" fue aceptado, como también se toleró el "tripping", que significaba hacerle una zancadilla al que avanzaba con la pelota en sus manos. Recién en 1863, cuando el Blackheath Football Club escribió nuevas reglas se pusieron límites a las patadas en las canillas y a los tropezones.
Si bien no existe una explicación inapelable, la teoría más firme es que el "scrum" nació en las escuelas públicas, donde no tenían campos para correr como en el colegio privado de Rugby. Según algunos estudiosos, los muchachos gastaban sus energías en una especia de pulseada: en los recreos se ubicaban veinte de un lado e igual número del otro. Tomaban contacto con los hombros y procuraban hacer retroceder al grupo opositor. La diversión se podía hacer porque se necesitaba poco espacio. Este juego , según los pedagogos de la época, servía para frenar los ímpetus de los varones, tal como había sido alentado el rugby en el colegio del mismo nombre.
Más tarde, los universitarios de Cambridge , llamados "Old Rugbeian" porque provenían del Colegio de Rugby, establecieron las primeras Leyes de Juego y recordaron la puja de las escuelas públicas, que, a su vez, copiaba una vieja tradición británica: la "tug of war ". En esta cinchada los protagonistas estaban asidos a una soga y procuraban que el equipo del otro lado avanzara e ingresara en el sector del más fuerte. ¿Por qué tomaron en cuenta a la cinchada? Porque necesitaban crear alguna situación donde se pusiera la pelota en juego, después de un tackle y cuando los participantes se tiraban encima de ella e impedían que continuara el movimiento.
El scrum no aparece descripto en esas Reglas de 1848 pero era una situación habitual en los partidos, donde prevalecían los choques, los empujones entre los dos bandos y la violencia. Con el correr del tiempo se le dio forma a esa alternativa y, así como se redujo el número de jugadores de 20 a 15 , el scrum cobró importancia y aparecieron los especialistas: los más gordos, los más fuertes, los más estoicos.

El scrum por otra parte, siempre ha sido un factor de riesgo y, lamentablemente, se producen lesiones, algunas muy graves, como las que afectan las vértebras cervicales. La intervención de los médicos hizo que se analizaran las formaciones y las maneras de tomarse los jugadores. Poco a poco, los pilares y el hooker fueron protegidos. Primero se prohibieron los "topetazos" cuando se enfrentaban los dos grupos de forwards. Después se le exigió al hooker que se tomara de los pilares por arriba de los hombros de sus dos compañeros, para que no pudiera colgarse y disminuyeran los derrumbes de la formación.
Las últimas modificaciones ( las que se aplican desde el año 2000) exigen que, si un primera línea es castigado y sale durante diez minutos, su equipo debe ingresar otro primera línea y sacar, por ejemplo, a uno de los terceras líneas. La intención es que, dentro del campo de juego, siempre estén primeras líneas especializados, para evitar lesiones.
La evolución del rugby hizo que se fijaran normas precisas para el scrum: se determinó que tenían que tomar distancia de un brazo, antes de que chocaran los hombros. La primera línea no podía bajar si no estaban formados los otros delanteros y lo hacen en tres movimientos. Hace unos días, la UAR ( Unión Argentina de Rugby) recordó un concepto clave para la seguridad en la formación fija: Nadie puede tener la cabeza por debajo o por arriba de las caderas. Lo mismo sucede en los rucks y en las situaciones posteriores a un tackle.
Aun cuando la tendencia actual apunta a que la pelota salga con velocidad del scrum, esta alternativa del rugby no ha perdido importancia. Ningún equipo puede prescindir de una primera línea fuerte, resistente y ágil. En suma, sin los "gordos", los continuadores de los muchachos que participaban en la pulseada de los primeros tiempos, el rugby perdería carácter porque el scrum es parte de su esencia.

FUENTE: EL BLOG DE NICANOR

1 de septiembre de 2009

900 ENTRADAS EN EL REGATERO!!!

REGATEROS,
DESPUES DE MUCHO TIEMPO Y DEDICACION CUMPLIMOS...
900 ENTRADAS Y VAMOS X MAS!!!!

-GRACIAS A LAS 136.398 VECES QUE ENTRARON AL REGATERO

-GRACIAS A TODOS LOS REGATEROS QUE LOS SABADOS ENTRAN A LA CANCHA Y DEJAN TODO POR EL CLUB

-GRACIAS A LOS QUE CONTINUAN DEJANDO TODO AFUERA DE LA CANCHA.

GRACIAS X ACOMPAÑAR A EL REGATERO DESDE EL 2006.



28 de agosto de 2009

25 de agosto de 2009

24 de agosto de 2009

REGATAS SALVO EL INVICTO

No la tuvo fácil ante el duro San Andrés, que lo puso en aprietos y lo sorprendió. Finalmente, fue empate en 23 entre un equipo de Bella Vista al que se le cortó una racha de cuatro triunfos al hilo y su rival, que por primera vez no perdió.
Lo importante fue conservar el invicto. Porque San Andrés puso en serios aprietos a un Regatas que llegaba con cuatro triunfos consecutivos. Sin embargo, le jugó de igual a igual y le arañó un empate al, quizás, equipo de mayor calidad de la categoría en cuanto a nombres. Tras un primer tiempo desfavorable (10-20), se despertó en el segundo y llegó a la igualdad.
De esta manera, el team de Bella Vista se mantiene en los primeros puestos, aunque quedó en deuda ya que no pudo ante un equipo que arrastraba cuatro traspiés y es el menos efectivo de la Reubicación. En la próxima recibirá a un herido Olivos, en un duelo en el cual no podrá relajarse de querer mantenerse sin derrotas.
Se vieron las caras luego de cuatro años y el dueño de casa mostró más agresividad, no obstante no pudo ante el férreo pack regatero, con algunas modificaciones en su formación, pero siempre duro y batallador. En la próxima, el Colegio visitará al sólido líder Manuel Belgrano.

San Andrés (23): Agustín Rabinovich; Gustavo Haas, Juan Mc Mahon, Patricio Anderson (cap) y Diego Cerboni; Tomás Rabinovich y Martín Cox; Sebastián Javorsky, Nicolás Ayling e Ignacio Romanello; Pablo Fillipini y Nicolás Ekmekdjián; Lucas De María, Axel Dono Miniot y Maximiliano Pistoni.
Entrenadores: Gonzalo Beccar Varela y Mariano Piñeyro.

Regatas (23): Facundo Vega; Joaquín Fernández Gill, Mariano Lecot, Matías Fernández Gill y Francisco Merello; Tomás Chimondeguy y Lucas Loviscek; Rodrigo Duret, Lucas Casas y Nicolás Christie Newbery (cap); Enrique Vidal y Diego Villalba; Francisco Lecot, Agustín Duro y Gastón De Robertis.
Entrenadores: Eduardo Fernández Gill y Jaime Méndez


FUENTE: APLENORUGBY

UN EMPATE CON SABOR A VICTORIA


En Benavídez, se jugó un partidazo entre San Andrés y Regatas por la 5ª fecha de la Reubicación del Grupo I. El partido terminó empatado 23-23, dejando un sabor de victoria al local.

En una tarde muy linda para ver rugby, San Andrés (último en la tabla de posiciones) enfrentaba a Regatas de Bella Vista, que necesitaba ganar para pelear los primeros puestos de la Reubicación.
El partido comenzó muy parejo para ambos equipos. El primero en abrir la cuenta, a los 5 minutos, fue el conjunto local a través de su segunda línea, Ignacio Romanelli, poniendo las cosas 7-0 (conversión Patricio Anderson).



Regatas, sorprendido por el juego de San Andrés, trató de llegar al try con la potencia de sus gordos, pero estos fueron parados por una gran defensa del equipo azul. Con un penal de Anderson, San Andrés se puso 10-0 en tan sólo diez minutos de juego.
La respuesta visitante llegó a través de su número ocho, Rodrigo Duret, quien después de un buen empuje en el scrum apoyó la pelota para marcar el 7-10 parcial (Conversión de Facundo Vega).
El conjunto local siguió haciendo un buen rugby de manos de sus medios, y llegó al segundo try de la tarde gracias a su medio scrum, Martín Cox, que apoyó luego de una gran jugada, dejando las cosas 17-10 (conversión de Anderson). El primer tiempo termino con un penal convertido por Anderson dejando el resultado 20-10 y muchas dudas para el conjunto visitante.
El segundo tiempo tuvo un cambio de actitud significante del visitante, salió decidido a ganar el partido. A los 7 minutos Vega convirtió un penal dejando las cosas 20-13 para el local. Regatas buscó insistentemente con sus fowards llegar al try, pero hubo una solida defensa del equipo de Benavidez que intentó sellar el resultado. Gastón de Robertis (Regatas) sería amonestado a los 17 minutos por una incidencia en el juego. A los 20 minutos Anderson sumo 3 puntos más para dejar el resultado 23-10 para el local.
Regatas, que tenía un jugador menos, no se dio nunca por vencido. Iban 22 minutos de partido cuando Francisco Merello apoyó el segundo try de la tarde para el conjunto de Bella vista, el partido quedó 23-18 y nerviosismo para el local que sabía que un grande se le venía encima.
Después de varios intentos por parte de Regatas, llegó el tan esperado try. Una gran jugada sus fowards, después de un mall, le dio el empate tan esperado. El try fue apoyado por su pilar Francisco Lecot, que dejó el resultado final del partido. San Andrés tuvo un ataque final para ganarlo pero no pudo con la defensa visitante.
Sin dudas fue un partido muy parejo para ambos equipos, San Andrés tuvo los primeros 40 minutos para ganarlo, y Regatas tuvo los 40 finales. Por el lado de local, se festejó como si fuese un triunfo, pero por el otro lado, Regatas demostró porque hoy su equipo no se encuentra en el top 14.



Martín Cox (Medio Scrum de San Andrés): “Fue un partido muy duro, jugar contra Regatas lo hace más duro todavía. Por suerte jugamos un muy buen primer tiempo, hace un par de fechas que no se nos viene dando, una lástima terminar empatando, pero fue merecido. El equipo está para subir al grupo I pero hay que ir paso a paso.”

Diego Villalba (Segunda Línea de Regatas): “No arrancamos bien, no nos encontramos. Entramos a esperar, ellos tuvieron buena marca y nos metimos en su juego. El segundo tiempo jugamos mejor, pero nos costo, hicimos muchas infracciones. Este año no estamos en el top 14 porque al grupo le falto humildad, pensamos que estábamos para jugar semifinales y hoy demostramos que no era así. Ahora hay que jugar esto seriamente y ganar el grupo”.


FUENTE: rugbytime

21 de agosto de 2009

19 de agosto de 2009

17 de agosto de 2009

ANILLOS

El rugby dio hoy un paso trascendental e histórico en la búsqueda de nuevos horizontes competitivos, comerciales y de integración. La recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI) para que este deporte sea aceptado a partir de los Juegos del 2016 es un espaldarazo internacional que el IRB venía buscando con obsesión en los últimos años.
Si bien la decisión final estará en manos de la votación que realizarán los miembros del Comité Ejecutivo del COI el 9 de octubre en la ciudad danesa de Copenhague, podría decirse que el rugby, en su modalidad de Seven, tiene más de un pie adentro del movimiento olímpico, al que abandonó en 1924.
Lo que hizo el COI este mediodía en Berlín -allí está reunido por la celebración del Mundial de atletismo- fue recomendar a dos de los siete deportes que se postulaban para los Juegos del 2016, cuya sede también será definida en la reunión de octubre en Copenhague.
El rugby ganó la primera gran puja junto al golf, que en los últimos meses incrementó su artillería, sacando a la cancha incluso a Tiger Woods, quien a fin de año puede llegar a convertirse en el primer deportista en la historia en alcanzar los mil millones de dólares en ganancias.
La unión COI-IRB era predecible. El olimpismo observó el éxito que significó desde lo deportivo y -esencialmente- desde lo comercial, el último Mundial realizado en Francia y al cual el presidente de esa entidad, el belga Jacques Rogge (un ex rugbier con siete caps para su país), fue invitado VIP.
En tanto, desde el IRB, la necesidad de buscar nuevos horizontes deportivos y -esencialmente- comerciales hizo imperioso el regreso a los Juegos Olímpicos, que el rugby obvió durante tantos años por considerar que no se debía mezclar con otros deportes profesionales.
Por eso, una vez concluído el Mundial de Francia y después de un par de rechazos desde el COI, el IRB, con el francés Bernard Lapasset a la cabeza, se puso como meta principal ganar una de las dos plazas en pugna para el 2016, con una posibilidad -aún muy lejana- de estar en Londres 2012 como exhibición, teniendo en cuenta que en Inglaterra se inventó este deporte.
La campaña del IRB para llegar a los Juegos se basó en todo lo que el rugby puede aportar desde el espíritu y, también, desde otros aspectos. Se sabe: el Seven es ideal para la televisión y para enganchar a la gente que no entiende mucho de este deporte. Más aún: en una semana -la primera, antes del ingreso del atletismo- se propone colmar el estadio olímpico.
Por último, el rugby además ofrece la posibilidad de ganar medallas a países que no suelen figurar en lo más alto de los podios olímpicos. Allí, la Argentina también tendrá su chance.
El COI, por su parte, hace una jugada de marketing fabulosa. De los siete candidatos (los otros cinco son el karate, el béisbol, el sóftbol, el squash y el patín), el rugby y el golf son, lejos, los que más sponsors -todas empresas de primer nivel- pueden acercar.
El IRB celebra hoy en su página este paso. Hasta aquí, el vínculo Juegos Olímpicos-rugby había sido casi nulo. Apenas cuatro participaciones y ninguna con más de cuatro países. La última, en 1924, incluso terminó con un escándalo.
Si el rugby finalmente es aceptado en octubre, este deporte gozará en el futuro de subvenciones estatales (así lo obliga la Carta Olímpica) y de un acercamiento a la mayoría del planeta.No es poco.

FUENTE: periodismo-rugby

12 de agosto de 2009

FOTOS REGATAS-CIUDAD


clickeá en la foto para ir a la web

10 de agosto de 2009

VEGA + 14



Por la 3º fecha de la Reubicación del Grupo I, Regatas no tuvo piedad de Ciudad de Buenos Aires y lo destruyó por un abismal 54-19. Facundo Vega, fullback del equipo de Bella Vista, facturó 29 puntos. Una bestia.




Abismal diferencia entre uno y otro equipo. Pero además de las distancias existentes entre ambos conjuntos, también hay que sumarle que para Regatas juega Facundo Vega.

La tarde del fullback del team de Bella Vista fue grandiosa. Anote. Tres tries y siete conversiones para, él solito, despacharse con 29 puntos. Y ojo, dicha puntuación podría haber sido de 31, si es que el 15 no pifiaba la conversión de su try, el de los nueve minutos del segundo tiempo.

Además de la gran labor de Vega, el ganador también se destacó por el rigor que impuso su pack de forwards.

En resumen, aunque hubo partido y pese al gran esfuerzo de los muchachos de Muni, en la cancha hubo sólo 16 jugadores. Sí, 16, porque Vega vale por dos.

6 de agosto de 2009

EL EMPUJE DE LA 31

El Club Social y Deportivo El Campito, con la colaboración de rugbiers voluntarios, puso en juego la ovalada en la Villa 31. A pesar de identificarse el rugby como un deporte de elite, los vecinos lo tomaron como una herramienta para la formación de los pibes y aprovechan los terceros tiempos para debatir problemas barriales.

Por Nacho Levy

Sobre la misma tierra en la que solía jugar al fútbol el padre Carlos Mugica, entre las piedras y el pasto de la Cancha 9, en un pulmón de la Villa 31 de Retiro, Fisi carga una pelota ovalada y descarga vehemencia, hasta que un tackle lo derriba. Se le sale una cascarita, pero no la sonrisa. Y se levanta. Con la pelota abajo del brazo, empuja y busca apoyo, resiste y avanza, a un costado de la autopista Illia, donde más de 50 pibes juegan y se ríen todos los sábados detrás de una pelota de rugby, que nunca antes había caído por esos pagos.

Julián Wald, vecino y referente del Club Social y Deportivo El Campito, junto a Martín Dotras, un ex rugbier que brinda semanalmente un servicio médico gratuito a la comunidad, abrieron hace cuatro meses una grieta ovalada entre tanto fútbol, principal accionista de ilusiones en el barrio, como una propuesta para fortalecer el trabajo en equipo.

Desde la perspectiva de un auto que avanza por la autopista, no se puede ver la cancha de entrenamiento. En esa dirección, sólo se divisa un inmenso cartel publicitario de ropa deportiva, detrás de la muralla que marca el límite de la villa, con ladrillos prolijamente pintados de bordó. Del otro lado, en su cara al barrio, la misma pared está apenas cubierta de concreto. Nada se ve igual. “Poder jugar al rugby en la villa es un sueño que teníamos desde hace mucho tiempo”, confiesa Julián, profesor de educación física y miembro fundador de El Campito, una organización comunitaria integrada por vecinos y voluntarios de otros barrios, que trabaja con el deporte como eje desde el año 2000, con sede en la casa 30, de la manzana 32, en el barrio YPF.

Históricamente apropiada por sectores aristocráticos, la pelota de rugby aterrizó en la 31 de la mano de un grupo de jugadores y ex jugadores de Coronel Suárez, que propone abrir el juego. “Pareciera ser que el rugby es para cierta clase social, y eso nos parece una cagada. Nuestra propuesta es que sea un deporte para todos, no sólo para los que más tienen, y que mucha gente se involucre porque, desde nuestra pasividad, nos cabe gran responsabilidad de lo que estamos viviendo”, explica Martín Dotras, que se acercó en principio a la Villa 31 para colaborar como médico, pero pronto se convirtió en entrenador de rugby. “Cuando uno conoce, se integra –señala–. Ante la necesidad de trabajar desde el deporte, pensamos en esta opción y acá estamos, pero aunque uno esté dando una mano en lo deportivo, si se entera de que a uno de los chicos se le prendió fuego la casa y no tenía agua para apagarla, es imposible mantenerse al margen. Justamente, la idea es usar los terceros tiempos, que son un espacio de charla e intercambio, para hablar de las problemáticas que tenemos.”

La convocatoria comenzó con carteles pegados por todo el barrio, que invitaban a sumarse a Los Pumas del Campito. Los vecinos del club Cancha 9, un espacio emblemático de la Villa 31, ofrecieron su potrero para dar lugar a la actividad, aunque obviamente no hay aún haches de rugby y los sectores de césped son apenas porciones, en un terreno de tierra y piedras, siempre colmado de pibes y rodeado de casas precarias, de ladrillo sin revocar, desde donde los vecinos siguen los entrenamientos mateando y colaboran enfriando las botellas de agua. “A partir del boca en boca, se fueron sumando chicos –asegura Julián– y hoy ya son más de 50, que están muy enganchados porque, cuando ellos ven que hay compromiso, se toman las cosas muy en serio.”

Con rugbiers de 5 a 24 años, hay energía concentrada todos los sábados, en torno de cinco pelotas ovaladas que van y vienen por el aire desde temprano, hasta que comienza la práctica, a las 11 de la mañana. “No bien llegamos, nos juntamos y hablamos un toque. Todos juntos limpiamos la cancha, porque siempre hay piedras o algún vidrio. Y ahí empezamos nomás, con ejercicios, tocata o partido. Después nos sentamos y hablamos otra vez”, afirma Matías Segovia, y César Vega agrega que “antes pensaba que jugar al rugby era tirarse piñas, pero acá descubrí que sirve para hacerse amigos, hasta del equipo rival”.

Los problemas no se eluden en El Campito, se afrontan, y ésa es la base de la propuesta. “Nosotros creemos en otro tipo de sociedad, donde la gente se comprometa y no esté siempre mirando todo desde afuera. Eso hay que aprenderlo desde chico, por lo cual tenemos espacios de reflexión. Y el rugby es una escuela que luego sirve para manejarse en la vida cotidiana”, explica Julián, filtro permanente entre los temores paternos y el contacto físico que conlleva el rugby. “Las familias de los pibes están contentas, y el tema de la violencia en este juego es relativa, porque se trata de la violencia propia de la naturaleza humana, pero bien canalizada y como parte de un juego.” Adrián López, vecino de la 31 desde hace 12 años y primer saltador en la hilera del line, lo ratifica: “Antes capaz veías a los pibes fumándose un faso en la esquina, o quizá los sábados se ponían en pedo, y en cambio ahora piensan en entrenarse. Yo empecé a jugar al rugby porque me gustaron los partidos de Los Pumas, pero también por la fuerza que hace falta poner. Acá te sacás la bronca, o te descargás si venís de una semana complicada de laburo, y después terminás dándote la mano con los rivales o tomando una gaseosa”. También para Ezequiel el rugby es un lavadero de emociones y considera que “es un deporte muy honesto, porque hace que uno deba trabajar en grupo y permite transmitirles a los más chicos esa unión que demostró la selección en el Mundial”.

Apenas un partido tuvo hasta ahora el equipo de la Villa 31, ante el club Virreyes, otro emprendimiento que tomó al rugby desde un enfoque social, para integrar a los pibes de la zona norte que no viven la realidad socioeconómica de los juveniles del SIC o el CASI. Y ese encuentro sirvió de motivación para que los entrenamientos sabatinos se multiplicaran en la semana de El Campito. “Ahora estamos más cerca y nos reunimos más seguido para hablar de otras cosas, como lo hicimos cuando fue el corte de la autopista. Participamos porque quieren sacar la villa”, explica César. Y Matías, autor de un try inolvidable en el debut ante Virreyes, agrega que “el reclamo es para que la urbanicen y el corte es para que escuchen ese pedido, pero hay gente que no lo entiende. Muchos dicen que todos los de la villa vivimos acá porque no pagamos luz, ni agua, y nosotros estamos diciendo que sí queremos pagar. Mi barrio no es malo. No digo que acá son todos unos fenómenos, pero la villa no es una porquería. Este barrio está bueno, y eso se ve en este equipo, que tiene compañerismo a morir”.

Ponerse la camiseta de El Campito, para jugar y conocer nuevos amigos o lugares, es una experiencia que hace brillar los ojos de Matías. “Tenemos huevos y nos motiva mucho representar al barrio. Si dicen: ‘Estos son de la villa’, nosotros nos lucimos y no nos afecta, porque sí, somos de la villa.” También el pecho de Adrián se infla cuando se habla de jugar en nombre de la 31: “Estar defendiendo al barrio es hacer que se conozca nuestro lugar y que todos sepan que acá hay equipo, para que la sociedad vea que una villa no sólo tiene droga y delincuencia”.

Algo de esa parte más iluminada y menos publicada de la Villa 31 aprendió el entrenador del equipo, Dotras, cuando a poco de iniciar la atención médica en el barrio, se encontró con un hombre mayor, adoptado por los vecinos. “Una señora me pidió que fuera a ver a su abuelito, porque había llovido y estaba inundado. El hombre, de cincuenta y pico de años, parecía de 70, y había llegado hace mucho desde Santiago del Estero, casado con una mujer 20 años mayor, con la cual vivió mucho tiempo en la villa, debajo de un árbol. Cuando murió su esposa, se deprimió, y los vecinos lo tomaron como un abuelito. Le hicieron la casilla y todos los días le dan de comer. Esa preocupación por el vecino del otro lado de Libertador no está. Yo vivo en Recoleta, y cuando quise dejar la bicicleta en un palier que nadie usaba, tuve un gran problema con el consorcio. Uno sale de acá con ruido en la cabeza, y replanteándose todo, incluso dónde vivir.”

No es aislada la propuesta del rugby, ni la lucha de Julián. La historia del barrio generó espacios de contención y formación para sus pibes, construcciones que no están en venta ni en peligro de derrumbe. “Acá hubo mucho sacrificio y mucha sangre derramada como para regalar este lugar. Por esta tierra murieron Lucía Cullen, el padre Mugica, el hijo de Nora Cortiñas... Tenemos 15 desaparecidos en el barrio y eso no se negocia. Con humildad, nos sentimos continuadores de toda esa lucha. Y sería bueno saber cuántos muertos se han generado en las villas desde los ’90, pero de esa inseguridad no se habla. La baja de la imputabilidad es un verso de los que lucran con esta sociedad injusta. Si los pibes salen a delinquir es porque no tienen la posibilidad de estar integrados a algo, o de ocupar su vida en otra cosa. La única solución para la violencia, o la inseguridad como ellos dicen, es integrar a los pibes.”

Del lado sin pintura de la medianera con la autopista, la organización comunitaria de la 31 en la lucha contra el paco crece y se fortalece con el esfuerzo voluntario de los vecinos. “En El Campito, donde también se da la merienda y se trabaja en una huerta comunitaria, hay compañeros que ofrecen asesoría jurídica, apoyo escolar y otras actividades. Pero además, existen en el barrio un montón de comedores, cooperativas de mujeres de trabajo, grupos de recreación, espacios para la salud, asociaciones contra la droga... Sería bueno que los medios mostraran eso, para terminar con la falsa imagen que existe del barrio, como si acá fuéramos todos vagos, o fuésemos los causantes de la inseguridad. Esos prejuicios se basan en el desconocimiento de la realidad”, manifiesta Julián, que tiene 43 años y pelea desde hace cuatro por la construcción de la sede del club El Campito, “sin que venga ni un solo ladrillo gratis, como anda diciendo alguno por ahí”.

La pelota va de mano en mano, en el último juego del entrenamiento. Y mientras tanto, a las palabras de Wald las rellena de historia Axel Rua, que apenas tiene 11 años: “En este barrio vivía el padre Mugica, un señor que defendió la villa hace mucho tiempo. Cuando él salía de la iglesia, unos terroristas le pegaron siete tiros, porque él defendía a nuestro pueblo y a los políticos eso no les gustaba. Ahora, nosotros sentimos que defendemos al barrio cuando vamos a jugar al rugby, porque es un juego que ayuda a mostrar que la villa no sólo es peligrosa. Acá también se puede jugar”.

3 de agosto de 2009

19 de julio de 2009

16 de julio de 2009

NUEVO TORNEO PARA LOS JAGUARES

El nuevo American Rugby Championship que anunció hoy el International Rugby Board (IRB) no sólo contempla la participación de la Argentina con los Jaguares, sino significa un paso fuerte del rugby argentino hacia la profesionalización que se puso en marcha en el verano con el lanzamiento del PladAR.
El torneo, que comenzará el próximo 7 de septiembre con la participación de los Jaguares, Estados Unidos A y cuatro equipos provinciales de Canadá, permite más de una lectura en lo que hace al futuro del rugby argentino al nivel de la alta competencia. En principio, ratifica la idea de la UAR de brindarle un frondoso calendario al segundo seleccionado de este país, integrado en su mayoría por los jugadores que participan del PladAR.
Una segunda lectura indica que más allá de la decisión de la URBA de no permitir a los jugadores del PladAR que integren sus clubes a partir del 1º de enero del 2010, la UAR sigue adelante con el proceso que inició en el verano, por lo que es posible visualizar que el camino hacia un profesionalismo separado del amateurismo continúa dando pasos concretos. De hecho, los clubes, los de Buenos Aires y los del Interior, no contarán con los jugadores citados para los Jaguares durante un mes. O sea, en plena competencia local.
Por otro lado, la UAR atiende con este nuevo torneo -que reemplaza al North America 4 que jugaban sólo equipos de Canadá y los Estados Unidos- dos frentes. Uno, el de darle competencia a los Jaguares. Otro, el de cumplir con el IRB en el proyecto de que la Argentina sea punta de lanza en el desarrollo del rugby en América.
Lo señaló el mismo presidente de la UAR, Porfirio Carreras: “El rugby de América necesita crecer a través de la competencia y Argentina está dispuesta a realizar todo lo posible para que eso suceda”.
Mientras aquí todavía no se dio el gran debate hacia dónde ir y cómo, la UAR avanza en busca de lo que es el último objetivo: una competencia anual para Los Pumas. En ese sentido, todos los cañones están apuntados hacia el Tres Naciones, una vez que concluya el Mundial de Nueva Zelanda 2011.
Este nuevo torneo se anuncia pocos días después de que la UAR, a raíz de la inactividad por la Gripa A, suspendiera una gira de tres partidos en agosto de los Jaguares por Sudáfrica.
Al mismo tiempo, en estos días trascendió con fuerza que volvieron a reflotarse las chances para colocar a un equipo argentino en la Currie Cup, la poderosa competencia que se disputa en Sudáfrica y que en este temporada tendrá a un Puma estelar: Juan Martín Hernández, quien ya tiene todo acordado para viajar al Natal Sharks.
La invitación de palabra para jugar en la Currie Cup surgió de la reunión realizada a fines del 2007 en el foro de Woking, y de la que participaron Agustín Pichot y las anteriores autoridades de la UAR. La noticia fue consignada en su momento por este blog.
Pichot también estuvo gestionando hace unos días en la Sanzar la incorporación de la Argentina a alguna de las competencias del Hemisferio Sur.

fuente: periodismo-rugby

12 de julio de 2009

VUELVE JONAH

9 de julio de 2009

30 de junio de 2009

SUDAFRICA SE LLEVA AL MEJOR


PARIS, Francia (dpa).- Juan Martín Hernández, uno de los mejores jugadores de rugby argentino, abandona el Stade Français y jugará la próxima temporada para el Natal Sharks de Durban en Sudáfrica.

Según informaron medios franceses, la transferencia se concretó hoy pocas horas antes del cierre del libro de pases del rugby francés, a la medianoche local del martes. El Mago Hernández estaba siendo sondeado por varios clubes de Europa y en Francia se pensaba que pasaría al RC Toulon , pero el apertura (y otras tantas veces fullback) jugaba para el Stade parisino desde 2003 y estaba considerado el mejor jugador del club y uno de los mejores del torneo galo.

En Durban, Hernández firmará contrato por un sola temporada, se anunció. Según Le Figaro, se trata de "una pérdida inmensa para el rugby francés". El diario explica que Stade necesitaba dinero, y que Hernández se convirtió en "prescindible" luego de una temporada algo decepcionante, en la que marcó solamente 79 puntos, frente al récord de 227 de dos años atrás.

Juani, que cumplirá 27 años el próximo 7 de agosto, comenzó su carrera en el Deportivo Francesa. En 2004 ganó el torneo francés con el Stade y en 2006 fue "apertura del año" en el país europeo. En 2007, luego de llevar a Los Pumas a unas inéditas semifinales del Campeonato Mundial, estuvo esa temporada entre los cinco nominados para "Jugador del Año" de la federación internacional IRB.

fuente: canchallena

28 de junio de 2009

ESTADO

El rugby argentino ha concretado hoy un episodio histórico: por primera vez en su centenaria vida aceptó ayuda del Estado. El hecho está enmarcado dentro del PladAR y el acuerdo con la Secretaría de Deporte de la Nación consiste no sólo en una partida económica mensual a modo de beca para 40 jugadores, sino también en la utilización de una importante serie de beneficios que consisten en elementos médicos y de entrenamiento y becas de estudio en universidades privadas.
Cada uno de los jugadores que están en el PladAR desde febrero pasará a recibir 1.000 pesos mensuales del Estado que no se agregan al acuerdo original con la UAR, sino que pasan a formar parte del mismo.
El convenio se brinda dentro de lo establecido por la Ley del Deporte, en la que se autoriza un incentivo económico para deportistas amateurs de alta competencia.
El acercamiento entre el Estado y la UAR comenzó a forjarse hace unos meses en el marco de una charla acerca de los acontecimientos previstos para el Bicentenario. Allí, el secretario de Deportes, Claudio Morresi, destacó la voluntad política de apoyar el proceso que lleva adelante el rugby con el alto rendimiento y así se terminó de cerrar este acuerdo que fue presentado oficialmente este mediodía en el CENARD.
“Celebramos que el rugby se haya unido por primera vez a la gran familia del deporte argentino junto al resto de las disciplinas”, le comentó hoy Morresi a este blog.
Históricamente, el rugby argentino se mantuvo al margen no sólo de la ayuda estatal, sino de cualquier otra agrupación como la Confederación Argentina de Deportes (por decisión propia) y del Comité Olímpico Argentino (al no ser el rugby un deporte olímpico).
Pero los tiempos han cambiado y si el rugby es aceptado en octubre como deporte olímpico, seguramente la ayuda del Estado será mayor.
Ocurre que esta situación se da en momentos en el que el PladAr está envuelto en una polémica, ya que la URBA no lo acepta dentro de su jurisdicción.
En una muy didáctica nota publicada hoy por La Nación, el presidente de la UAR, Porfirio Carreras, se encargó de remarcar que los jugadores que están bajo la órbita del PladAr “no son profesionales”.

fuente: periodismo-rugby

23 de junio de 2009

TIEMPOS

Apenas un año ha transcurrido desde el debut de Santiago Phelan como head coach de Los Pumas. Con 10 partidos en el medio: cinco acá y otros tantos en el exterior. Cuatro victorias (en Rosario, Roma, Salta y Vélez) y seis derrotas (en Vélez, Córdoba, Johannesburgo, París, Dublin y Manchester). Capítulos que tuvieron sus altibajos pero que no deben analizarse sólo desde el lado de los números.

Desde aquel test ante Escocia en Rosario post Bronce mundialista hasta este partido del sábado con los Barbarians Franceses en Vélez, el balance para Los Pumas puede considerarse positivo al menos por dos cuestiones que, se insiste, no tienen que ver con los resultados: el probar jugadores con vistas al recambio e intentar variantes al esquema de juego.

Para esta serie de junio, el staff técnico convocó a 30 jugadores y todos tuvieron al menos un rato en cancha. En la gran mayoría de los puestos se ensayaron dos alternativas y todos tuvieron la chance de mostrarse. Dato agregado: en la era Phelan ya fueron 47 los jugadores que se calzaron la camiseta Puma.

Esta decisión sana de probar dio algunos frutos en puestos en los que se abrían grandes incógnitas: Alfredo Lalanne demostró que puede pelear por la 9 junto a Nicolás Vergallo (y queda Agustín Figuerola, lesionado antes de los test); Genaro Fessia rindió de manera óptima como 6; Lucas González Amorosino es una buena alternativa para el 15 que dejó vacante Ignacio Corleto; Santiago Fernández rindió a lo grande en el centro con el agregado de que también puede jugar de 10; Marcos Ayerza cumplió como 3 aunque sea 1 y Gonzalo Camacho se ganó un lugar en una de las puntas.

La serie también dejó en claro que este equipo tiene pilares indisolubles entre los veteranos de mil batallas (Mario Ledesma y Rodrigo Roncero) y los consagrados en el último Mundial (Patricio Albacete, Juan Fernández Lobbe, Juan Leguizamón, Horacio Agulla y Gonzalo Tiesi). Con un crack de lujo como Juan Hernández y con otro emblema que volverá en noviembre, el capitán Felipe Contepomi.

Dentro de ese panorama, Los Pumas lograron también una importante prueba de carácter. De Manchester a Vélez hubo un cambio abismal. En eso de la mística histórica se puede estar tranquilo.

Además, se intentó, a veces bien y otras no, con otro esquema de juego, menos rígido y con más fases. Salió en Salta y se buscó siempre en Vélez, aunque con menos resultados. Pero hay una idea que, como todo, necesitará sus tiempos.

Pero de este mes intenso en el plano internacional para el rugby argentino hay que agregar a los Jaguares, la segunda plataforma que ha lanzado la UAR como emblema del PladAR. Llevan más partidos en el año que Los Pumas (7 contra 3) y tendrán también más en lo que resta del 2009.

Después del lanzamiento ante Namibia, los Jaguares se distribuyeron en dos frentes: la Churchill Cup y el Sudamericano, con eje principal -por la categoría de los rivales- en la primera competencia, que concluyó este fin de semana en Denver, Colorado.

Los Jaguares y el PladAR han demostrado que pueden ser una fuente más que interesante de contribución a Los Pumas. Por jugadores y por línea de juego, que está emparentada con lo que pretende el seleccionado mayor. No olvidar un detalle fundamental: Phelan es el head coach de todos los seleccionados.

O sea, entre Pumas y Jaguares de la Churchill, en este mes se calzaron la celeste y blanca 56 jugadores; actuaron todos. Con un dato saliente: 25 juegan acá. A ellos hay que agregarles los 26 que fueron al Sudamericano.

Habrá que ver cómo se dan el futuro otras decisiones, que no pasan por los jugadores. Acá y afuera, porque en rigor de verdad nada cambió el tercer puesto en el Mundial y nada cambiará hasta Nueva Zelanda 2011. Y mantener la paciencia en la crítica. El camino se está recorriendo. Es largo y complicado. Necesita tiempos.

fuente: periodismo-rugby

22 de junio de 2009

17 de junio de 2009

12 de junio de 2009

LA OBSERVACION DE LOS PAJAROS - ROBERTO FONTNARROSA

Uno abre la puerta y sale a la calle con un infierno escarbándole las entrañas. Afuera, la siesta del domingo transcurre silenciosa y quieta, como si no pasara nada. Y no pasa nada, hermano, no pasa nada. Si después de todo, es apenas un partido más. Un partido más entre los miles de partidos que han jugado los clásicos equipos rosarinos. ¿O acaso uno piensa o alguien se acuerda de cómo salieron en el primer partido del año 75? ¿O en el segundo? Ni uno mismo lo sabe. Ni se acuerda. Son emociones momentáneas, pasajeras. Intensas pero fugaces. Un dolor profundo, una alegría enceguecedora pero que al día siguiente se va, desaparece sin dejar huellas físicas visibles, como la varicela. Seguro que no hay casi nadie en la cancha. Casi vacío el Parque. Mañana dirá el diario que el partido concitó poco público. Que la campaña irregular de los sempiternos rivales, la promesa de un mal partido y la amenaza de un nuevo empate alejó a las parcialidades, por supuesto. No tiene importancia el partido. Si se pierde, habrá un chisporroteo urticante durante un rato, alguna carcajada extemporánea, una mirada sobradora, pero nada más. Nada más. Pero será un empate. Quedan 45 minutos apenas, si es que ya ha empezado el segundo tiempo. 45 minutos. Pero ¿cómo es posible que tarden tanto en pasar 45 minutos? ¿Cómo puede ser que se transformen en una eternidad inacabable? La cosa es no mirar el reloj. No mirarlo nunca. Entonces, de pronto, cuando uno en un reflejo natural y entendible de animal urbano mira el cuadrante, ya han pasado 40 minutos o 43, no queda nada. Dos minutos apenas, un suspiro, una minucia de tiempo, un preámbulo mísero al gesto altivo del árbitro que levanta la mano derecha y muestra a los jugadores, a la tribuna y al mundo que adiciona dos minutos solamente, que le importa un carajo que haya habido ocho de demora por choques y turbamultas y que está dispuesto a cortar el clásico lo antes posible con la tranquilidad de haber sacado el partido sin problemas mayores ni expulsiones injustas. Es así. Pero lo más jodido son los primeros 20 del segundo tiempo, eso es lo jodido, uno cavila. Allí todavía los equipos quieren llevarse los dos puntos y el local especialmente, carajo, se lanzará al ataque obligado por su condición de dueño de casa. ¡Y los nuestros son tan boludos que siempre se desconcentran en los primeros minutos! Entran dormidos, no encuentran las marcas, les meten goles imbéciles tras un rebote. Goles boludos... ¿Qué es eso? ¿Qué es eso? ¡Un bocinazo! ¡Hay un gol! ¡Alguien festeja! Si se escucha otra bocina no quedan dudas, ya se celebra... Pero no hay nada. Vuelve el silencio. Uno camina y percibe un golpeteo sordo, un tam-tam opresivo desde el lado de adentro del pecho. La boca pastosa ¿cómo mierda pueden tardar tanto en pasar 45 minutos? Si uno va a comer por ejemplo, o a tomar un café y está allí, al pedo, charlando, mirando a la gente, distraído y de pronto cuando mira el reloj, ya se le ha pasado más de una hora. ¿Cómo es posible esa diferencia de densidad en el tiempo? Es más, hace muy poco, digamos ayer sin ir más lejos, uno estaba en el patio de su casa jugando a los soldaditos y ahora, de golpe y porrazo, ya tiene la edad que tiene y se le ha caído el pelo de la cabeza. Hace horas prácticamente, se reunía con los compañeros de la secundaria festejando la finalización del quinto año, estrechab la mano de Podestá, jodía con Carelli y de pronto, en un soplo, está aquí, caminando por las calles del barrio como un prófugo, como un linyera, como un fugitivo, tratando de que pase de una buena vez por todas ese puto clásico con el resultado que sea. Eso mismo. El resultado que sea. Victoria, empate o derrota. Incluso derrota. Porque la derrota, cuando se acepta, cuando se instala, invade el cuerpo como una medicina amarga pero relajante, resignada. Lo que a uno lo destruye es la ansiedad. Dos semanas, tres semanas, cuatro, esperando que llegue el día preanunciado. Séptima fecha de las revanchas. Y lo inapelable de lo indefectible. Esa bola en el estómago que se va formando en los comentarios previos, durante el partido con Vélez, durante el partido con Ferro, durante el partido con Boca, en torno al clásico que se acerca. La fiesta de la ciudad... ¡justamente! Se van a la concha de su madre con la fiesta de la ciudad. Feliz es ese perro que cruza la calle. Se oyen incluso las pisadas acolchadas de sus patas sobre el empedrado, tal es el silencio de la siesta. No sabe nada del fútbol, no sabe nada del clásico, no le importa un sorete el resultado. ¿Y eso? Alguien gritó. Sí. Alguien gritó. En una casa cercana se elevó un grito. ¿Hombre o mujer? Si es mujer puede que no haya pasado nada. Un reproche a su hijo tal vez. Si es de un hombre puede ser un gol. Aunque hay muchas mujeres terriblemente fanáticas también. Es más. Son las peores con las cosas que les gritan a los jugadores en la cancha. La casa es humilde. Puede ser gol de Central, entonces. El barrio es un reducto canalla. Pero ahora está todo muy mezclado. Antes los verduleros eran de Central y los oligarcas leprosos. Pero ahora uno ve conchetos que son canallas y unos grones impresionantes que son leprosos. Se ven incluso niños con la rojinegra muchas veces. No hay seguridad por lo tanto de que ese grito de alborozo provenga de un centralista. De todos modos, no se repite. Uno mira hacia el entorno como un indio. Olfatea el aire, para las orejas, gira la cabeza buscando indicios en el aire. No se puede sufrir tanto. Tal vez sea mejor ir a la cancha. Uno está allí in situ, en el lugar propiamente dicho de los hechos. Enclavado en medio de la popu, mirando lo que pasa, sin necesidad de adivinar nada ni de que se lo cuenten. Pero hay que ir muy temprano, cuando empieza la reserva. Y pararse y sentarse, y pararse y sentarse y pararse y sentarse cada vez que hay una situación de gol hasta que al fin se paran todos para siempre y se termina esa historia. Hay que estar más entrenado que los jugadores, carajo. Estrujado, además, por la sudorosa multitud bajo el sol inclemente del estío. Y ver el insufrible espectáculo de los lepras cubiertos de banderas gigantescas, saltando y gritando como demonios en la bandeja de enfrente. Porque no se puede ir a las plateas y correr el riesgo de quedar sentado junto al enemigo. Y después, la otra, la verdad: de visitante, sea en la Bombonera, en el Gasómetro o en el Monumental, es muy pero muy probable que te rompan el culo. Históricamente ha sido así. Y el regreso es duro. Pero lo peor es la radio. Es mucho peor que ir a la cancha. Es como pelearse con un tipo en una habitación a oscuras. Los relatores asumen la responsabilidad frente a sus oyentes, y más que nada frente a sus anunciantes, de dotar de dramatismo al espectáculo, esa verdadera fiesta del fútbol rosarino. Por lo tanto, los remates siempre salen rozando los maderos, las atajadas siempre revisten la condición de milagrosas y los ataques en profundidad despiden invariablemente un definitivo aroma a gol. Hay que guiarse entonces por el estallido de la tribuna, allá, en el fondo. El rumoreo de la indiada como telón de fondo del tipo que transmite. Uno escucha el “Uhhh” que se transforma en “Ahhh” cuando todavía el relator no ha alcanzado a gritar que esa pelota se viene como balazo de pedo o que volvimos a perder una ocasión irrepetible. Uno escucha el estallido lejano cuando el tipo aún está anunciando que llega el centro y ya sabe que el grandote de ellos saltó y te la mandó a guardar. En la cancha al menos, uno ve dónde está el wing, dónde se fue esa pelota y a qué distancia real del arco se desarrolla la jugada. Aunque también está el recurso de escuchar otro partido y esperar la conexión con Rosario. River-San Lorenzo por ejemplo, que conectará a cada momento con la emoción que se vive en el Parque Independencia en otra edición de uno de los clásicos más antiguos de nuestro fútbol. Pero allí la cosa suele ser peor. El corazón está inerme ante el sablazo fatal de la noticia. Antes por lo menos, con Fioravanti —un caballero de la radiofonía deportiva— alguien te anunciaba: “Atento Fioravanti”. “¡Atento Fioravanti!” llamaba un tipo. Entonces uno se agarraba de las almohadas, por ejemplo —si estaba tirado en la catrera— daba una vuelta carnero sobre el lecho, mordía la sábana y aguardaba, como un pelotudo, como un cordero ante la destreza final del matarife, el golpe artero. Podía ser que llamaran desde otra parte, supongamos, desde Platense en Manuela Pedraza y Cramer, después de todo. O bien desde el coqueto estadio Atlanta, para anunciar un gol de un ignoto puntero izquierdo. A veces uno, antes, un segundo antes, percibía detrás de aquel llamado cobardemente anónimo el corto e inusual estallido del público, de algún público, más parecido al sonoro griterío de los locales que al apagado de los visitantes y entonces intuía, detectaba, temía, que el llamado fuese desde Rosario. Y para colmo, Fioravanti demoraba la conexión comentando, preciso y atildado, que en esos momentos, los bravos muchachos azulgranas estaban armando la barrera, la empalizada, el valladar, el muro de contención... Pero aquel anuncio, el “¡Atento Fioravanti!”, alertaba el espíritu, prevenía la psiquis y disponía el terreno para recibir el dolor supremo o la alegría enceguecedora. En cambio ahora no. Ahora, de buenas a primeras descaradamente, crudamente, ferozmente, un desaforado se mete en la transmisión vociferando “¡Gol de Boca!” y a la mierda. Uno queda aterido, trémulo, abofeteado, pensando que en esas tres palabras pudo haber cambiado el sentido de la vida, el eje del movimiento del mundo y el sentido mismo de nuestra existencia sobre la Tierra. Por eso, por preservación tal vez, uno puede decidir que no quiere saber absolutamente nada sobre el partido. No quiere verlo ni escucharlo, ni siquiera enterarse del resultado hasta el momento exacto del pitazo final. ¿Por qué? Porque uno sabe que todo sufrimiento tiene un límite, que su cansado corazón no podrá aguantar el trámite, que la angustiosa transmisión radial se sumará a la tensión propia hasta alcanzar ribetes intolerables y que prefiere, en suma, conocer el marcador ya puesto de un impacto seco, un manotazo duro, un golpe helado. Sin embargo encerrarse en un ropero, en la piecita chica de la terraza, puede ser ocioso. El sonido radial es finito, incisivo, líquido y se filtra por las paredes. Usted conoce que su vecino suele estallar en un mugido estremecedor ante los goles. y están también las lejanas bombas de estruendo. Y las bocinas... El cine puede ser. El cine es una opción. Pero siempre habrá en la platea casi desierta del domingo a la siesta, filas más atrás, otro cobarde con una radio portátil incrustada en el oído. Uno, sensibilizado como un animal en carne viva, pese a las tinieblas lo ha visto y asume desde ese mismo momento, que Sharon Stone podrá ponerse en bolas una y mil veces, que Michael Douglas podrá agarrarse los huevos contra una puerta en repetidas ocasiones, pero que, a uno solo lo tendrá sobre ascuas ese mínimo canturreo oscilante y rápido que más que escuchar, adivina y que proviene de la radio del hijo de mil putas de la fila de atrás que hubiese podido elegir otro cine para refugiarse. Por eso, ahora uno está en la calle. Intentó ver televisión y fue lo mismo. Tomó café, dio vueltas por la cocina pero el tiempo se había detenido en la casa como aquel tiempo que diseñara Bioy Casares en La invención de Morel. De pronto hubo una explosión, clara, inequívoca. Una bomba de estruendo. ¡Aquello era un gol, sin duda alguna! Se levantó de la silla y giró varias veces en torno a la mesa, cautivo del infernal desasosiego. En la cocina la radio, apagada, muda, lo esperaba. ¡Podía ser un gol de Central y uno estaba ahí, como un boludo, sufriendo al pedo! Y si era ol de Newells mala suerte. La resignación, sabía, habría de invadirlo comouna melaza reparadora. Hubo que correr hasta la radio y encenderla. El dial capturaba un programa musical, insensible a los problemas medulares de la sociedad. Uno buscó locamente con el dial. Apareció una propaganda gritona y vertiginosa. ¡Era allí! “Vamos a la boca del túnel” indicó un tipo. Atrás, el rumoreo. No había excitación en los comentaristas, no había exaltación ni clamoreo. “El empate está bien, hasta el momento” sentenció otro. Era el entretiempo y cero a cero. Algún pelotudo descerebrado había hecho explotar aquella bomba perturbando a la gente en su descanso, atentando contra la vecindad inocente. Uno apagó la radio, casi con rabia ante su ataque de debilidad. Cuarenta y cinco minutos nomás para el final del suplicio. No se podría aguatar allí adentro. La adrenalina recorría el cuepo como uno de esos carritos multicolores que suben y bajan, endemoniados, por las Montañas Rusas. Había que salir. Caminar. Hacer algo. Ya deben ir como 20 del segundo. Ya seguro los equipos se conforman con el empate. Más vale no arriesgar, quedarse en el molde, cuidar atrás. Un punto es negocio para los dos, ni vencedores ni vencidos, la ciudad tranquila. Todos contentos. Pasa, veloz, un auto. Su conductor lleva el gesto adusto ¡Puede ser otro hincha de Central que está escuchando el resultado tan temido! Sí, a uno le parece haber visto el péndulo de un escarpín azul y amarillo colgando del espejito... ¡Suena una bocina varias veces! Puede ser el inicio de un festejo u, ojalá, el auncio fatal de un accidente... ¡Ladra un perro! Tal vez se alarmó ante el salto gozoso de su amo, lepra insigne... ¡Atruena el escape abierto de una moto! ¿O son petardos? ¿Hay gol de alguien? ¿Será alborozo ajeno o fuego propio? Uno recupera, de pronto, aquel instinto primario y animal que infructuosamente trataran de legarnos nuestros ancestros aborígenes. Comienza a rastrear señales en la copa de los árboles, a adivinar conductas en la actitud de los animales, a bucear respuestas en los indicios de la naturaleza, en la interpretación del vuelo de los pájaros. Desde una persiana cerrada llega la bocanada fugaz de un relator de radio. Uno apura el paso pero la voz lo persigue como un misil de cabeza inteligente. ¿Qué inflexión ignota había en su voz? ¿La entusiasta y exitista del cronista ante la vibración de una victoria? ¿La cadencia monótona y desilusionada ante la mediocridad de un nuevo empate? Uno es un radar, es una antena, es el cervatillo frágil que eleva el morro húmedo en la espesura, el oráculo que adivina el destino en la lectura sutil de los guijarros. Recuerda sin duda la última tarde en que se perdió —catastróficamente— un clásico. Aquella mañana previa al hecho los perros ladraron alocados, las aves enmudecieron y los gatos tuvieron un comportamiento errático y equívoco revolcándose, aparatosos, sobre sus propias heces. Deben ir, uno calcula, 30 minutos, media hora. Que todo siga así, en calma chicha, que no cambie ¡Otra vez una explosión, otra de estruendo! ¡Que la corten con eso, pelotudos! Ya se la hicieron correr una vez y era mentira. Tiran por tirar. Para hacerlo cagar a uno en las patas, nada más. Aunque sabe que si se confirma un gol de Central lo va a gritar. Solo y en la calle, como un pavote, seguro que pega un salto y se lo grita. Sí señor. Es toda un avalancha de presión que tiene acá, en la boca de la garganta, eperando salir, atragantada. Dobla lentamente un auto, el conductor lo mira y va hacia uno. Es el Negro Mario. ¿Qué quiere este boludo? ¿Por qué aminora la marcha, por qué lo mira? Mario saca media cabeza por la ventana, la menea y sonríe con una mueca triste. “¡Que verga que somos, hermano!” dice. Un estilete de hielo le baja a uno desde el pecho hasta la entrepierna. “¿Qué pasa? ¿Perdemos?” pregunta. “Uno a cero”. “Qué va a hacer” dice uno, supuestamente filosófico, medio como si no le importara, como si hubiera salido a caminar porque quiere reflexionar tranquilo sobre el devenir humano en el próximo milenio. Mario acelera y se va. Uno está destruido, pulverizado. Un hachazo feroz lo ha partido por el medio. “Qué va a hacer” se repite ¡Una mierda “Qué va a hacer”! ¡Mañana y pasado y toda la semana viendo en la televisión ese gol puto! Y el festejo, y el salto interminable de los lepra, y la pila de jugadores rojinegros celebrando. Y eso si es un solo gol, después de todo. Porque por ahí Central se va a la desesperada a buscar el empate y se come cuatro. Decí que falta poco... Y aguantarse la cargada de Marini. La cara de sobrador del pelado Vega. Los mil chistes malos que brotan como hongos después de cada derrota. El “¿Sabés cómo le dicen a Central?”. Hay que meterse en la cama y no salir por 20 días. Eso hay que hacer, la puta madre que lo reparió ¿Para qué carajo uno se pone esa remera mugrienta, la blanca con el dibujo del oso panda, que lo acompañara en tres victorias? ¿Para qué mierda se la pone uno? De ahora en adelante, no los ayuda más, así de claro. No los ayuda más. Después de todo ¿qué tiene que ver uno con ellos, con el equipo? ¿Juega acaso? ¿Uno entra a la cancha y juega, acaso? Son once muchachos medianamente conocidos y a la mierda. Nada más. Apenas eso. Hay cosas más importantes en la vida. Si a uno se le estuviera muriendo la madre en este momento, poco y nada de bola le daría al clásico. Un clásico que no pasará a la historia, de eso no hay duda. Uno de tantos. ¿Cuánto va? Ya debe estar por terminar, casi seguro. Ahora sí, que pase algo. Alguna otra explosión, algún otro dato que permita aferrarse a una ilusión momentánea por lo menos. Aunque después resulte otro gol de Ñuls, mirá l que te digo. Un dos a cero no es goleada, un dos a cero... ¡Hay otra explosión, otra bomba de estruendo! ¡Y ahora otra, y otra más! Terminó. No cabe duda. Se acabó el clásico y nos ganaron. La reputísima madre que lo reparió. Y bueno, ya pasó. Hay cosas peores. Seguimos arriba, de todos modos, en la estadística. Se oscureció la tarde, está nublado. Ojalá que llueva y se arruine todo. Que nadie ande por la calle. Sale un chico de una casa y después otro. El primero, en cueros grita “¡Vamos Central, todavía!”. Un relampagueo de flash lo ilumina a uno por dentro. Se le saca la garganta. Balbuceante alcanza a preguntar, “¿Terminó?”. “Uno a uno” dice el chico, “empató Central sobre la hora”. Uno camina, ahora aterido, por inercia, por instrumental. ¡Central sobre la hora, carajo! ¡Central sobre la hora! No grita. No hace un gesto. No levanta la mano. El grito le explota adentro como una bomba de profundidad ¡Vamos canallas, todavía! Parece mentira. Uno hubiese pensado que iba a saltar, desencajado; brincar sobre una verja, treparse a un árbol como un simio, escalar por un balcón hasta una terraza. Pero no. No es para tanto. No era tan terrible, después de todo. Tal vez no tan importante. Pero una sensación de lasitud, de calidez, de infinita paz interior lo va invadiendo cordialmente. Ya está a una cuadra de su casa. Tiene hambre, tiene ganas de ver a su madre, de estar con sus amigos, de acariciar la cabeza de los niños que juegan en la vereda, futuro de la Patria. La tarde está clara, plena de sol y hasta más fresca. Uno se detiene un momento antes de entrar a abrir la puerta y cruza un par de frases con su vecina. Le pregunta por las flores que está regando, por la dimensión insólita que ha alcanzado la enamorada del muro. Comprende, de pronto que esa vieja hinchapelota y mal llevada, no es tan mala. Por lo contrario, es muy simpática. Entra por fin y va hasta el baño, antes de prender la radio para oír, de punta a punta, los comentarios finales. Orina. Se lava las manos, se mira en el espejo. Tiene más de mil nuevas canas en las sienes. Hay dos arrugas novedosas y profundas en la frente. Las ojeras se han tornado más oscuras. Uno ha envejecido cinco años otra vez, igual que siempre. Todo por un clásico, apenas. Un partido de fútbol, simplemente.