14 de abril de 2008

REGATAS LO GANO EN LA ULTIMA


En un partido chato pero con desenlace emotivo, un penal de Joaquín Fernández Gill sobre la hora destrabó el empate y le sirvió el triunfo a Regatas que superó a Los Matreros (21-18), luego de un comienzo con dudas. Este Regatas no es el mismo de antes. Es cierto, entre lesionados y retiros, tiene muchas bajas (el goleador Facundo Vega es uno de ellos; recién estará en condiciones de reaparecer para julio tras una operación en uno de sus hombros) respecto del equipo del torneo pasado y que tan buena campaña hizo. Si no, no se explica cómo le costó tanto derrotar a un equipo que pudo revalidar su plaza en el Grupo I recién en la última fecha de la Reubicación. Aunque una cosa también es cierta: Los Matreros hizo un muy buen partido, se mostró muy bien físicamente y parece que se dispone a dar pelea. Tan concentrado y metido estuvieron los muchachos de Villa Malaver que, a los dos minutos, aprovecharon una indecisión en el fondo local y, entre Del Busto (try) y Socino (gol) le dieron la tempranera ventaja. A pesar de esta emoción de arranque, el partido transitó desde la imprecisión hasta lo chato, si bien tuvo pasajes de emotividad y trámite cambiante. Descontó J. Fernández Gill (a la postre, el héroe de la tarde), aumentó Socino con un gran drop y Christie Newbery apoyó para Regatas luego de una excelente maniobra individual en la que se llevó la pelota con un rastrón tres dedos. Matreros pagó caro su inconducta (vio dos amarillas), y Joaquín Fernández Gill aprovechó para sumar nuevamente y poner a su equipo al frente por primera vez. Y luego, otro tres dedos, esta vez de Santiago Camerlinckx, quien habilitó al debutante Rearte que se zambulló casi sobre la línea final del ingoal. Regatas se ponía 18-10, pero Matreros no se dio por vencido y fue y fue: así llegó al empate a los 36. Parecía que el empate estaba puesto y sonaba justo, pero apareció, nuevamente, Fernández Gill, que facturó una pena accesible y le dio el triunfo a su equipo al mismo instante en que Pancho Pastrana decretaba el pitazo final.

Este Regatas no es el mismo de antes. Es cierto, entre lesionados y retiros, tiene muchas bajas (el goleador Facundo Vega es uno de ellos; recién estará en condiciones de reaparecer para julio tras una operación en uno de sus hombros) respecto del equipo del torneo pasado y que tan buena campaña hizo.

Si no, no se explica cómo le costó tanto derrotar a un equipo que pudo
revalidar su plaza en el Grupo I recién en la última fecha de la Reubicación. Aunque una cosa también es cierta: Los Matreros hizo un muy buen partido, se mostró muy bien físicamente y parece que se dispone a dar pelea.



Tan concentrado y metido estuvieron los muchachos de Villa Malaver que, a los dos minutos, aprovecharon una indecisión en el fondo local y, entre Del Busto (try) y Socino (gol) le dieron la tempranera ventaja.

A pesar de esta emoción de arranque, el partido transitó desde la imprecisión hasta lo chato, si bien tuvo pasajes de emotividad y trámite cambiante. Descontó J. Fernández Gill (a la postre, el héroe de la tarde), aumentó Socino con un gran drop y Christie Newbery apoyó para Regatas luego de una excelente maniobra individual en la que se llevó la pelota con un rastrón tres dedos.

El primer tiempo finalizó 10-8 para la visita, una diferencia exigua que reflejaba lo parejo del encuentro.



Matreros pagó caro su inconducta (vio dos amarillas), y Joaquín Fernández Gill aprovechó para sumar nuevamente y poner a su equipo al frente por primera vez. Y luego, otro tres dedos, esta vez de Santiago Camerlinckx, quien habilitó al debutante Rearte que se zambulló casi sobre la línea final del ingoal.

Regatas se ponía 18-10, pero Matreros no se dio por vencido y fue y fue: así llegó al empate a los 36. Parecía que el empate estaba puesto y sonaba justo, pero apareció, nuevamente, Fernández Gill, que facturó una pena accesible y le dio el triunfo a su equipo al mismo instante en que Pancho Pastrana decretaba el pitazo final.



La Figura: Nicolás Christie Newbery. En cada sector de la cancha que uno veía, él estaba. Gran partido del ala que le mereció la ovación post triunfo. Se puso el equipo al hombro, tackleó y marcó un gran try que inició la levantada.

Fuente: Aplenorugby.com