23 de abril de 2008

PORCENTAJES

El pasado 7 de abril, en un post titulado Argentina, nos preguntábamos si Buenos Aires iba a tener en cuenta los principales reclamos del Interior en la redacción de los nuevos estatutos que en el futuro regirán a la Unión Argentina de Rugby (UAR). A una semana de que expiren los 75 días de cuarto intermedio y de que se efectúe la asamblea que decidirá qué ocurrirá de allí en más, todo parece indicar que los pedidos de varias Uniones provinciales quedarán otra vez relegados, y que los cambios se producirán de acuerdo a lo estipulado por los clubes porteños.
El presidente de la UAR, Porfirio Carreras, reconoció anoche, en un reportaje realizado en el programa Rugby 2008, por ESPN +, que aún no hay acuerdo en algunos puntos en los cuales trabajó en todo este tiempo la comisión mixta formada para redactar los nuevos estatutos. El tema en cuestión es el que siempre se estimó que iba a ser el de más difícil resolución: el reclamo del Interior de tener más poder a la hora de las decisiones. O sea, la modificación en la asignación de los votos, que hoy le da a la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) no sólo la facultad de resolver casi por si misma, sino la del derecho a veto.
El Interior viene reclamando que ninguna Unión del país tenga más del 33 por ciento de los votos y que ninguna tenga el derecho a veto. La URBA se comprometió a revisar esa situación, y así se evitó ir a una elección a fines del año pasado y consagrar a una lista única. Pero, al menos hasta hoy, desde Buenos Aires no se han dado señales de cambio en ese sentido, y en el Interior ya están convencidos que el nuevo proceso en el rugby argentino será manejado de acuerdo a los lineamientos que imponga Buenos Aires.
No es poco lo que se está discutiendo, aunque el tema se mantenga en silencio. La UAR pretende que los nuevos estatutos estén aprobados el lunes próximo, para así llevar un plan estratégico a la reunión del International Rugby Board (IRB) que se realizará sobre fines de la semana que viene. “El IRB no nos apura, pero teniendo en cuenta que tiene dos reuniones de council por año, y que la siguiente será en noviembre, no queremos perder más tiempo”, sentenció Carreras.
¿En qué consiste ese plan estratégico? En buena parte responde a lo que pretende el IRB y a lo que impone el rugby de alta competencia. La comisión mixta, formada por dos hombres de Buenos Aires y cuatro del Interior, han llegado ahí sí a practicamente un acuerdo general. La UAR armará una estructura profesional y se propondrá tener un grupo de 50 o 60 jugadores rentados que dependen de ella para afrontar posibles futuras competencias internacionales. En esa línea, como señaló ayer este blog y antes de que esté algo firmado, ya se lanzó a la búsqueda de un gerente general, que formaría parte -con voz, pero sin voto- de un consejo que sería ampliado. Contrató a una consultora a tal fin y publicó ayer un aviso en las páginas de rugby del suplemento deportivo del diario La Nación. Según pudo averiguar periodismo-rugby, ya hay ocho postulantes.
En la UAR -cuyos puestos principales están ocupados, precisamente, por dirigentes de Buenos Aires- ansían que este plan sea aprobado con rapidez, aunque también son conscientes del malestar que existe en varias Uniones del Interior, que consideran que no se han cumplido con compromisos que incluso están escritos. En estas horas se manejaba como una alternativa que los pedidos del Interior sean analizados por el consejo de la UAR.
Hoy llega de nuevo al país Morgan Buckley, el hombre del IRB que está ocupándose del tema argentino. Y será una semana de múltiples reuniones. ¿Qué llegará a los oídos del personaje que el año pasado impuso que el rugby argentino no sólo debía tener jugadores profesionales, sino estructuras y dirigentes de acuerdo al mundo superprofesional que impulsan los popes de la ovalada? ¿El acuerdo sobre el plan estratégico o también el malestar que puede originar una fisura interna seria de aquí en más?
Un dirigente del Interior le decía a este blog hace unas horas: “Estamos pintando el exterior de la casa, dejándolo muy lindo, ¿pero de qué sirve si adentro está todo revuelto?” Es una pregunta que no debe pasarse por alto. Sobre todo en una semana en la que se va a decidir sobre el futuro de todo el rugby argentino.

fuente: periodismo-rugby