Asi opinaron sobre la gran victoria
La Nación dijo:
Regatas, el primer impacto
Con un sólido despliegue, el conjunto de Bella Vista derrotó al SIC por primera vez como visitante: 24-21
Al estilo Mostaza Merlo, un simpatizante de Regatas escondió la mano e hizo los tradicionales cuernitos . Era la última jugada del partido y José Luis Cilley tenía un penal accesible; si convertía, el SIC y Regatas empataban. Pero ese maleficio improvisado operó de la manera esperada y la patada del eficaz apertura se fue apenas ancha. La invasión del campo de juego en Boulogne fue instantánea. Ese grupo de fanáticos de Bella Vista se metió para abrazarse con los jugadores que acababan de hacer historia: por primera vez, Regatas se impuso al Zanjero como visitante. Fue 24-21, en el primer gran impacto del torneo de la URBA.
El único triunfo de Regatas ante este rival fue en 2001 (38-16), en Bella Vista. Esta vez, el sabor es similar, a pesar de que lo trabajó mucho más.
El partido tuvo los errores habituales que se pueden encontrar en una primera fecha. Y por eso costó que los jugadores adquirieran el ritmo de juego. En ambos, se hacían patentes las virtudes y los defectos. El SIC dominaba las formaciones fijas y sacaba amplias ventajas en esas acciones (por caso, el line robado que terminó con Agustín Soiza en el ingoal); Regatas, en cambio, imponía una marca con mucho tackle y recuperaba varias pelotas en el contacto (por ejemplo, en la jugada que derivó en el try de Vega).
Pero lo mejor del encuentro apareció en la segunda mitad. Regatas insistía con su voluntad de jugar de todos lados, de mantener la pelota viva, aunque no siempre funcionó. El SIC, empero, parecía imponer su mayor experiencia. Pero, pese a todo, los visitantes no se dieron por vencidos: un drop de Ruiz y un gran try de Torres Picasso permitieron este triunfo histórico. Eso, claro, y el maleficio de ese hincha de Regatas.
Clarin dijo:
Regatas terminó de conquistar San Isidro
En la primera fecha le ganó al campeón del Nacional de Clubes. En 2006, también había vencido a CASI que estrenaba el título de campeón de la URBA.
Aplausos, señores... aquí está Regatas. Con el pecho erguido, los puños apretados y el orgullo a flor de piel. Haciéndose fuerte en campo ajeno. Defendiendo cada pelota hasta el último esfuerzo. Festejando como si hubiera ganado una final.
No era para menos. Repitiendo lo hecho hace un año, convirtiéndose en un karma para los campeones, dejó otra vez boquiabierto a medio San Isidro. En el inicio de la temporada 2006 aplastó 43-15 al CASI campeón de Buenos Aires. Ayer despachó con un apretado 24-21 a SIC, el vigente campeón del Nacional de Clubes.
Entrega y sacrificio. Virtudes que cuantifican el triunfo de Regatas. Todos redoblaron esfuerzos para afrontar los últimos 10 minutos del partido en inferioridad numérica (amonestado Francisco Lecot a los 29) y con una desventaja 16-21 en el marcador.
Con una mayor disponibilidad de pelotas y su fortaleza en el scrum, SIC inclinó la balanza en el primer tiempo, aunque la chapa parcial sólo le haya sido favorable 10-8. Regatas se repetía en las infracciones y más allá del try de Vega (sombrerito previo ante Juliá) malogró 5 valiosos tantos por la mala puntería a los palos.
El ingreso del wing Facundo Maciel (21 años, fue su 4º partido en Primera, había jugado en la intermedia) oxigenó el ataque de Regatas. Aprovechando el hueco tras la amonestación de Juliá, en una jugada rápida llegó al try y dejó la cuenta en empate 13-13.
Reaccionó SIC y pasó al frente con el try de Lalanne y el penal de Cilley. Regatas no bajó los brazos, aguantó en defensa y con un try de Torres Picasso (gran pase de Fernández Gill tras un magistral kick de Ruiz) lo dio vuelta.
En la última jugada, Cilley falló el penal que le hubiera permitido empatar a SIC. Nada empañó el gran festejo de Regatas, el segundo en el historial de 20 partidos desde 1974, ya que sólo le había podido ganar 38-16 en 2001.
Por Walter Daniel Raiño
Regatas sorprendió al SIC en Boulogne
Pese a que es habitual que en cada comienzo de temporada sobresalgan como los principales actores la falta de ritmo y la escasez de variantes, las sorpresas y las emociones inesperadas resultan por estas épocas también infaltables.
Ayer, en la primera tanda de encuentros de esta escalonada jornada inicial de Buenos Aires, Regatas se dio el gusto de activar su recorrido dentro del certamen porteño, adjudicándose un logro inédito: derrotar al SIC (24 - 21) en condición de visitante.
Para ver concretada esa meta los de Bella Vista sufrieron en todos los órdenes, especialmente cuando la última acción del partido determinó una nueva chance en los palos para el prolífico apertura José Luis Cilley.
La patada podría haber sentenciado un empate y con ello la tenue recuperación de un conjunto que no había gozado de una buena tarde. Pero la eficacia no fue la misma que en el arranque.
En ese instante, cuando Cristian Sánchez Ruiz determinó el final de la acción en Boulogne, los colores azul y amarillo se trasladaron hacia el campo de juego casi en forma instantánea. Se trataba del primer triunfo sobre los de San Isidro fuera de casa, y el segundo en un historial negativo casi en su totalidad.
Pero para entender un poco mejor lo sucedido en cancha del SIC, hace falta resaltar la evolución que el plantel visitante expuso en su juego durante el transcurso de los últimos veinticinco minutos.
A la férrea insistencia con el tackle de la primera mitad, Regatas le sumó el riesgo de avocarse al juego asociado, una fórmula que no muchos se atreven a utilizar cuando tienen en frente a un rival de estas características.
Con muchísima paciencia, los de Bella Vista insistieron en la búsqueda de espacios. A veces fallaron y quedaron expuestos a réplicas complicadas. Pero en el balance la apuesta funcionó y les terminó arrojando muy buenos resultados; primero con un penal de Santiago Camerlinckx y un drop de Manuel Ruiz, y luego con un fantástico try de Ramiro Torres Picasso.
Por Bautista Lombardi