6 de abril de 2006

Nota Diario Clarin

RUGBY: GRAN FIESTA DE LA GENTE DE BELLA VISTA
Regatas ganó en el corazón de la tribuna



Pablo Faccennini. DE LA REDACCION DE CLARIN.
En una tarde de dudas y certezas, el partido de la tribuna —otro distinto, con más color, con más sufrimiento, con más sentimiento—fue para las certezas. Las mismas que una semana atrás no hicieron dudar que Regatas sería local en la cancha de Biei en Malvinas Argentinas. Las dudas, claro, fueron por el lado del SIC. Que apenas festejó el pase a la final —¿se cansaron de tantos títulos?—, pero ayer al menos sacó a relucir algo de color por parte de los más chicos. Algunas banderas, algunos globos, un hombre-rana (perseguido por la seguridad) y unos pocos gritos no alcanzaron para repetir lo que el equipo hizo en la cancha. Ahí, en el corazón de la tribuna, Regatas fue más.

Claro que si uno mira la foto que ilustra esta página podrá objetar la validez de la contienda en los tablones. Fue el momento del festejo del SIC. Ahí, bien sobre el final, los rugbiers dieron muestras de que también saben festejar. Aunque como dijo unos días atrás uno de los entrenadores del equipo de San Isidro, Alejandro Conti, "el SIC festeja a su manera".

No sólo SIC perdió en la tribuna, sino que lo hizo por goleada. Porque si algún desprevenido hubiera entrado al club antes de que los jugadores del campeón recibieran la Copa en el palco, no hubiera dudado: banderas amarillas y azules agitándose, caras pintadas a morir y siempre la palabra Bella Vista en el estribillo de las canciones. Pero no. Fue apenas la forma que encontró la gente de Regatas, esa que llegó en dos micros y varios autos, para saludar a sus jugadores. Esos que no pudieron quebrar el SIC en el final y que se quedaron conformes con el subcampeonato, la mejor campaña de la historia.

SIC, en tanto, pasó por la pileta de Buenos Aires C&RC. Un chapuzón inmortalizado por las cámaras y los fotógrafos bastó para dar por terminada esa ceremonia, ante el estupor de los presentes, que querían ver un poco más. Allí, además de Brian Anthony —se perdió de la fiesta de adentro por la amarilla ante Los Tilos—, dicen que hubo un par de pungas, un clásico de Biei cuando se junta mucha gente.

Entre los presentes, unas 7.000 personas —un buen número para el rugby de clubes de Buenos Aires y para el día, que amagó con lluvia desde temprano—, también hubo caras conocidas. Los históricos de cada club, por supuesto, y algunos que quisieron aprovechar el momento. Tal es el caso del intendente de San Miguel, Aldo Rico, quien está en plena campaña para la gobernación bonaerense, detrás del candidato a presidente Adolfo Rodríguez Saá. Ayer Rico estuvo acompañado por Melchor Posse, su nuevo compañero. Increíblemente nadie pidió el famoso que se vayan todos. Tal vez porque el carapintada Rico tiene muchas amistades en Bella Vista y de vez en cuando se escapa para ver a Regatas cuando juega de local. Cerca de ellos también estuvo el actor Gerardo Romano, como para completar el panorama de las figuras famosas.

Con Rico vestido en tonos verde pastel —como los que usaba cuando era militar—, faltó ver pintura en su cara. No hizo falta, sin embargo, porque la gente de Regatas llevó amarillo y azul. No faltaron las mejillas pintadas —una de cada color—, las caras a pleno. Tampoco algún turbante alusivo, las camisetas del club —obvio— y algún peinado al mejor estilo punk con la cresta azul y los costados amarillos. No se podían perder la fiesta las chicas del club de fans del Larva Acevedo, una rareza (bienvenida). Para ellas —y para todo Bella Vista— la de Biei fue la matiné. Anoche, Bella Vista también tuvo más fiesta que Boulogne.


¡Vamos Bella carajo a ganarle al CASI!
(esto es mio)

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