20 de enero de 2010

"NUESTRO RUGBY ES UNA HIPOCRESIA ABSOLUTA" dijo Felipe Contepomi

Felipe Contepomi, capitán de los Pumas, marcó con vehemencia su posición ante el conflicto que afecta a los jugadores del Pladar.


A la distancia, sus palabras transmiten preocupación. Se muestra como desgastado por tener que estar permanentemente dando explicaciones, o buscando razones, sobre un tema que bien podría estar resuelto desde hace tiempo. La eternizada confrontación entre profesionalismo y amateurismo vuelve a causar rispidez. "Los jugadores no estamos para pelearnos con los dirigentes ni para dictar cómo se tienen que hacer las cosas. Sólo pedimos que nos apoyen para poder competir contra los mejores de una forma mas equitativa."
Y apenas comienza el diálogo con LA NACION, Felipe Contepomi expone sus sensaciones sobre el nuevo conflicto en la órbita de la URBA con los jugadores involucrados en el Pladar. "Existe una realidad del rugby mundial, y tenemos que decidir desde hace tiempo qué es lo que queremos hacer. Pero nuestro rugby es una hipocresía absoluta y lo de la URBA es el colmo", dispara el capitán de los Pumas desde Toulon, la ciudad francesa donde reside.
Casi no hace falta hacerle preguntas, porque esta discusión lo enciende y se libera en un monólogo irrefrenable: "Me parece que el planteo que hacen no es para nada coherente. Como si el rugby de Buenos Aires no estuviera invadido por el profesionalismo; aceptan que haya entrenadores rentados, preparadores físicos rentados, venden la camiseta de los clubes y también hay jugadores del interior a los que reciben dándoles beneficios? Entonces, no entiendo por qué le ponen piedras al crecimiento del rugby argentino. ¿Acaso piensan que ser profesional es sólo recibir dinero? Si es así, están equivocados. Existen actitudes de profesionales también", argumenta.
Las necesidades obligan a buscar respuestas y el mellizo lo explica: "Lo que hace el Pladar es optimizar al 100% los recursos que tenemos a nuestro alcance; es lo mejor que se puede hacer para llegar a competir en el más alto nivel. En la última gira del seleccionado, en la cual se presentó una formación con varios rugbiers del Pladar, se notó cómo es indispensable, porque no fuimos avasallados por ninguno de los tres rivales hiperprofesionales a los que enfrentamos, al menos desde el punto de vista físico. Eso es una muestra de las necesidades que hay en el rugby actual".
-Entonces ¿qué justificaciones le encontrás a la prohibición que impone la URBA?
-Esta situación de no dejar actuar a los jugadores en sus clubes no tiene sentido, es incomprensible. Nos vivimos quejando de que estamos aislados del mundo y somos nosotros mismos los que nos alejamos con estas decisiones absurdas. ¡No lo puedo entender! Si es verdad lo que dicen los dirigentes, acerca de que defienden a los jugadores, ¿por qué no los dejan prepararse para estar en condiciones de jugar en el máximo nivel? No hacer eso también es matar a los clubes. No me parece que la URBA tenga un buen argumento en la decisión que toma. Creo que es más un conflicto de poderes políticos que otra cosa, porque yo me pregunto: ¿qué hubiera pasado si Lalo (Néstor) Galán ganaba las elecciones y quedaba como presidente de la UAR?, ¿la URBA hubiera hecho el mismo planteo?
"Me causa risa -se extiende- que los dirigentes les coarten la posibilidad a los jugadores que están en Buenos Aires de prepararse adecuadamente para representar al país y que esas mismas personas después vayan al palco de Vélez de saco y corbata y pretendan que el seleccionado les gane a los All Blacks. Además, ¿cómo es que aceptan entonces enfrentar a rivales profesionales? Porque en el Campeonato Argentino al equipo de Buenos Aires le va a tocar medirse con selecciones provinciales que sí aceptan a los chicos que están en el Pladar."
-Los que están en Europa, como líderes del seleccionado, ¿tienen pensado hacer algo al respecto?
-En verdad, no hablamos de hacer nada, pero seguro que pronto vamos a tratar el tema. Pero desde ya, y está de más aclararlo, los jugadores del Pladar cuentan con nuestro apoyo total para tomar cualquier decisión que haya que asumir en forma conjunta.
Ser profesional o amateur y ser bueno o malo...
En el rugby suele hablarse mucho de los "valores formativos". El argumento se repite por estos días en la discusión de amateurs y profesionales. Felipe Contepomi se refirió al tema: "Los valores del rugby no son sólo patrimonio del amateurismo; en el profesionalismo se convive con los mismos valores que en el amateurismo. Hay buenas y malas personas en ambos medios".

FUENTE: la nacion

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