19 de diciembre de 2008

ENTREVISTA DE OLE A TATI PHELAN


Tati cuenta cómo es dirigir a rugbiers amigos y a súper profesionales; la transición, el nuevo equipo, los malos resultados... Todo.
En el búnker que armó especialmente para reunirse con su cuerpo técnico cada mañana del 2008, en un primer piso de su fábrica textil en Vicente López ("Muchos creen que me instalé acá para seguir trabajando en lo mío; pero fue por comodidad de todo el staff"), Santiago Phelan recibe a Olé para hablar de un año distinto en su vida. Hay escritorios y sillas; un proyector; un gran atril con listas de jugadores; carpetas con estadísticas; una computadora... Pero Tati ya está solo. Durante la charla recibe el habitual informe de su asistente Martín Gaitán con el detalle de los jugadores que actúan en Francia, aunque su primera temporada como head coach de Los Pumas se terminó. "Es difícil poner un título, ponerte el casete y decir: 'El balance fue positivo'. El 2008 tuvo cosas buenas y malas. De la manera como lo encaramos, como un año de transición obligada, que queremos que dure lo menos posible, logramos varios objetivos que nos habíamos propuesto", analizó Tati.
-¿Fue más complicado de lo que pensabas?
-Cuando me llamaron para entrenar a Los Pumas sabía que iba a dirigir una etapa muy distinta a la anterior, que tuvo gran éxito. Lo que no imaginaba, tal vez por mi inexperiencia, era cuán difícil iba a ser y cuánto trabajo lleva rearmar un equipo. Tuvimos un comienzo atípico, sin poder contar con todos los jugadores en junio y con el test a contramano en Sudáfrica; y luego un cierre en buenas condiciones en la gira europea, con muy buen panorama a futuro.
-Se lograron dos triunfos en siete tests. Si evaluás por resultados...
-De entrada nosotros nunca hablamos de resultados ni de ranking ni de ganar tal partido, te soy bien sincero. Las premisas fueron jugar lo mejor posible, incorporar jóvenes, mantener a los experimentados, integrarlos y que el nuevo equipo comience a dar sus primeros pasos.
-¿Los malos resultados nunca te inquietaron o inquietaron al grupo?
-A ver... Seguro que hay gente que mide todo por los resultados. A todos nos gusta ganar, eh. No hay dudas de que es difícil vivir con malos resultados y que es mucho más fácil construir con triunfos. Pero debíamos priorizar otras cosas, no quitarle atención al juego, que es lo que te lleva a ganar. Por ejemplo, con Italia, en Turín, ya no sólo queríamos hacer un buen partido sino también plasmarlo en el resultado.
-Uno de los cuestionamientos, cuando asumiste, fue cómo ibas a manejarte con jugadores con los que fuiste compañero y sos amigo...
-La relación fue muy buena, respetuosa. Yo, a ese vínculo del que hablás, siempre lo vi como algo positivo. Sabía que me iba a poder apoyar en ellos para muchas cosas e iba a tener su respeto para proyectar otras. La predisposición de ellos fue clave.'
-Vos nunca jugaste ni dirigiste en el rugby profesional. ¿Cómo te jugó?
-Yo me preguntaba cómo iba a hacer para poder entrenar a súper profesionales como estos. Más allá del tema de la amistad del que hablaban. Y ése fue y es un gran desafío para mí y el staff. Debemos estar trabajando y capacitándonos permanentemente.
-Claro, para estar a la par de jugadores que llevan diez años afuera y del rugby internacional...
-Exactamente. La manera de estar a la altura de las circunstancias es trabajar, ver videos de afuera, hablar con los rugbiers, haber sumado al francés Fabien Galthie, viajar para charlar y ver entrenamientos de equipos del exterior...
-¿No te molestó pensar que varios jugadores pueden saber tanto o más que vos?
-Al contrario. Respetamos sus trayectorias y tratamos de estar a la altura y de ayudarlos. Nosotros, como staff, sacamos jugo de lo que saben ellos, charlamos mucho. Sería de necio no escuchar a estos jugadores... Pero una cosa es la apertura a las opiniones y otra es perder el control de lo que es manejar un equipo y poner las pautas. Es importante que los jugadores estén convencidos de lo que vamos a hacer y sirve compartir la estrategia o el análisis de lo que pasó por la experiencia que tienen. No hay que perder la línea de autoridad, si no sería un descontrol...
-¿Y cómo se portaron los líderes en ese sentido?
-Tienen claros los límites. Participan cuando se les pide. Por eso es muy positivo entrenar a tipos a los cuales conozco tanto.
-Según el balance del 2008 y considerando que faltan dos años y monedas para el Mundial... ¿Te alcanza el tiempo?
-Nueva Zelanda 2011 es "el" objetivo. Creemos que es un buen tiempo para poder conformar un equipo. Porque tampoco es que arrancamos de cero. Hay muchos jugadores con experiencia, muy buenos, y el recambio también está. Hay que trabajar mucho, claro, y dependemos de cómo podamos plantearlo. Pero deberíamos llegar en óptimas condiciones al próximo Mundial.
-¿Qué necesitan Los Pumas?
-Competencia, amistosos aunque no sean contra potencias, concentraciones, estar juntos, sumar nuevos jugadores, probar otros... Para crecer y sacar conclusiones sobre el trabajo que estamos haciendo. La UAR se está moviendo. Si se logran estas cosas y se mantiene la relación que comenzó entre plantel y staff técnico, el equipo va a estar bien.
-¿Qué partido o momento del año rescatás?
-El primer tiempo con Sudáfrica, o esos 35 minutos. Tácticamente se jugó bien y fuimos superiores. Enfrentar a ese equipo, en las condiciones que lo enfrentamos... Nos pusimos 9-0. Después pesó lo fisico.
-¿Y qué test borrarías?
-Muy mala perfomance en Córdoba ante Italia. No porque creamos que somos superiores a Italia sino por la actuación. Ese partido fue totalmente negativo. Hicimos 24 penales, recibimos dos amarillas, hubo descontrol, se jugaron penales rápidos sin necesidad... Marcó un poco ese no saber dónde estábamos parados del principio.