EL FUTURO DEL RUGBY ARGENTINO
Lo que se preveía como una simple conferencia de prensa en la cual se iba a anunciar la idea de modificar los estatutos de la Unión Argentina de Rugby (UAR) se transformó en una andanada de decisiones formuladas por el presidente Alejandro Risler, el secretario Raúl Sanz y el consejero Hugo Porta. No sólo se determinó una reunión extraordinaria pactada para el 28 de diciembre, sino que la actual dirigencia presentará un plan durante el convite que el International Rugby Board (IRB) efectuará entre el 26 y 30 de noviembre en el cual propondrá tener a 60 o 70 jugadores con contratos directos con la entidad para así poder ingresar a una competencia internacional anual, que en la óptica y deseos sería el Seis Naciones.
No terminaron allí las sorpresas para el puñado de periodistas que anoche concurrimos a la sede de la calle Rivadavia. También se anunció que José Javier Tito Fernández –presente en el lugar- quedó actualmente a cargo de Los Pumas y que la UAR logró una autorización del IRB para jugar dos ventanas internacionales como local en el exterior. A tal fin, Sanz viajará en los próximos días a España. Eso le generaría a la entidad una recaudación mucho mayor, pero privaría a los argentinos de ver a Los Pumas en su casa.
Porta y Risler viajarán a la reunión del IRB y el ex capitán de Los Pumas será el encargado de presentar la propuesta argentina. La idea es que con un torneo más los amistosos y el Panamericano, los jugadores contratados –la primera oferta sería a los que están en el exterior- jueguen al menos 25 partidos al año. Porta consideró que es “muy importante” que el rugby argentino vaya unido en esa línea. Para eso deben modificarse los estatutos –la carta orgánica, según la definió Sanz-, que actualmente no permiten tener esa posibilidad.
Los tres dirigentes afirmaron que las Uniones ya están al tanto de todo esto, pero no brindaron mayores precisiones sobre el grupo que a partir de diciembre podría tomar el mando de la UAR con Porfirio Carreras a la cabeza. “No podemos esperar más. El rugby argentino se debe este debate y tiene que hacerlo de una vez por todas. Nos apuran los tiempos y debemos ir a la reunión del IRB con una propuesta clara y consensuada por todos”, expresó Risler.
Sanz descartó que en el futuro haya dirigentes rentados –tal como lo había exigido el asesor del IRB Morgan Buckley en declaraciones al diario La Nación, aunque según los dirigentes argentinos lo desmintió- , pero no desestimó la posibilidad de contratar a un CEO, aunque lo consideró muy difícil por la idiosincracia del rugby argentino.
“Después de mucha lucha, el IRB nos comprendió y aceptó que nosotros tenemos una cultura de clubes amateurs única en el mundo”, dijeron a dúo Porta y Sanz.
Otro personaje clave del día fue Tito Fernández. Después de aclarar que él nunca cobrará por su tarea, brindó una conferencia de prensa él solo. Confirmó que Marcelo Loffreda, desde Londres, y Daniel Baetti estarán como asesores técnicos de Los Pumas y que ya había hablado con ambos. También dijo que no será uno solo el que comande al seleccionado nacional, sino un grupo que necesariamente deberá tener un pasado de Puma.
Dijo que no habló con todos, pero mencionó a Santiago Tati Phelan, Patricio Pato Noriega, Raúl Aspirina Pérez y José Orengo, pero dijo que la lista puede ser más grande. “Sería un suicidio no tener a Les Cusworth viviendo en la Argentina”, enfatizó y anunció que en los próximos días hablará con Mario Barandarián para convencerlo que siga en el seleccionado como integrante del staff técnico.
“No quiero que la política se mezcle con Los Pumas. Esa es una de mis principales tareas, porque además yo lo viví como jugador y entrenador. Espero que esto se comprenda”, agregó el ex segunda línea del seleccionado, quien dijo que mañana le contará su plan a Carreras. “A Porfi”, para utilizar sus palabras.
Tito también señaló que no consultó a los jugadores sobre estas decisiones y aclaró que la relación con ellos “es buena; sin conflictos”.
Habrá que ver cómo sigue esto, que sin dudas no terminó en estos anuncios. Lo cierto es que si se reclamaban decisiones rápidas, esta dirigencia decidió salir fuerte a la cancha. Ocurre que hay tiempos reales que no permiten asegurar que todo esto pueda llevarse adelante sin tropezones.
La gran pregunta no es si el IRB aceptará la propuesta de la UAR, sino qué hará el resto de la dirigencia argentina. Se esperan reacciones mucho antes de la asamblea extraordinaria del 28 de diciembre. Y prometen no ser unas Fiestas tranquilas.
FUENTE: JORGE BUSICO periodismo-rugby